Las elevadas temperaturas que están azotando a la mayor parte de las comunidades autónomas obligan a tomar una serie de precauciones para evitar la deshidratación y, lo que es peor, los golpes de calor, especialmente en el caso de los bebés, cuyo organismo no está acostumbrado a los cambios bruscos de temperatura.
Por ello, y con el fin de evitar un golpe de calor en los más pequeños, la especialista en Neonatología del Hospital La Milagrosa de Madrid, Paloma Nacher, ha subrayado la importancia de vestirles con ropa ligera y de algodón y de no usar mochilas portabebés.
"Es importante controlar los golpes de calor. Pueden llegar a ser graves en el bebé porque les pueden ocasionar deshidrataciones con consecuencias complicadas", ha recalcado la experta, quien ha recomendado no salir a la calle entre las 12.00 horas y las 17.00 horas y situar al bebé en lugares sombríos.
Refrescarle a menudo con una toallita húmeda por los brazos y las piernas, utilizar los baños de agua fresca las veces que sea necesario, colocar la cuna en el lugar más fresco de la casa, y ventilar a primera hora de la mañana y a última de la tarde para intentar conseguir que la habitación esté a 22 grados, son otros de los consejos aportados por la doctora.
"El agua es un alimento que sólo lo admitirá si tienen sed. En los niños con biberón, siempre es recomendable llevar uno con agua fresca", ha argumentado en relación a los niños con lactancia a demanda.
La experta ha destacado la necesidad de evitar los aires acondicionados, usar ventiladores que renuevan y refrescan el aire, enfriar el coche antes de que entre el bebé y, una vez dentro, tener el aire apagado y controlar el calor con las ventanillas.
"Si a pesar de ello, el calor es insoportable, poner el aire pero siempre con una ventanilla abierta parcialmente", ha zanjado.
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