Un grupo de fascistas ha increpado a una mujer y a su hija, de etnia gitana hasta el punto de que han tenido que ser escoltadas por antidisturbios para poder entrar a su nueva casa, de Protección Oficial, en la periferia de Roma. Las amenazan incluso con matarlas y a violarlas.

La vergonzosa escena ha continuado, entre insultos y empujones, cuando la alcaldesa de la capital italiana ha ido a visitar a la familia agredida. La Policía ha tenido que intervenir para que no agrediesen a la familia.