Con la pandemia, muchos negocios tuvieron que dar una vuelta de tuerca a su filosofía. Es lo que ha pasado con algunos hoteles que han dedicado algunas habitaciones para alquileres de largas temporadas.
Entre las ventajas, según explican "inquilinos" como Gabriela, no solo se encuentra el precio, sino también las facilidades: "El aseo me lo hacen, no tengo que cambiar sábanas, el desayuno me lo dan...". Además, tampoco paga luz, agua, gas o internet.
En concreto, esta inquilina lleva 9 meses viviendo en una habitación de un hotel de la Gran Vía de Madrid por 800 euros al mes con todos los gastos incluidos. El hotel ofrece este servicio desde la pandemia, y actualmente cuenta con 38 huéspedes de larga estancia.
El confinamiento y las restricciones obligaron a la empresa a reinventarse. "Ofrecemos la posibilidad de estancias largas con una oferta a partir de 30 días", ha indicado Pablo Villar, director del Hotel Regente.
Algunos hoteles incluso han habilitado zonas comunes solo para que la estancia de estos inquilinos sea mas cómoda. Es el caso del Hotel Campanile, en Alicante, donde su directora Delphine Fernández explica que han instalado "nevera, microondas, horno y fregadero para que puedan cocinar y traer su comida".
Además, a pesar de que la mayoría lo alquilan de forma individual, algunos viven con sus familias. "Hacemos uso de la sala de entrenamiento, un club de taekwondo...", ha explicado Nadia López, clienta que vive junto a su hijo en el hotel alicantino.