Con el arranque de la fase 1, bares y restaurantes de media España han podido abrir de nuevo sus terrazas al público, si bien con un aforo limitado al 50% y estrictas exigencias de seguridad. Una esperada reapertura en la que, sin embargo, no todos los establecimientos pudieron garantizar las medidas de distanciamiento social, lo que les obligaba a echar el cierre apenas unas horas después de abrir.

Es lo que ocurrió en la calle Ledesma de Bilbao, donde se suceden los negocios de hostelería. Allí, el primer día de actividad de las terrazas dejaba un sabor agridulce: imágenes de concentraciones de personas y clientes que no respetaban la distancia de seguridad.

Por este motivo, varios bares situados en esta calle de la capital vizcaína finalmente optaron por cerrar al no poder cumplir las medidas exigidas, después de que incluso la Policía se personara allí ante las aglomeraciones para recordar a los presentes las medidas de seguridad.

Así, bares como El Puertito de Ledesma se veían obligados a echar la persiana a las pocas horas de abrir. Este establecimiento anunciaba a través de Facebook el cierre de su terraza "ante la imposibilidad de mantener las medidas de distanciamiento social con las directivas actuales":

Otros, como el Bar Ledesma, se quejaban del comportamiento incívico de algunos clientes. "Se le ha explicado a cada cliente tres veces. Se ve que nadie ha leído el periódico en toda la cuarentena, ni ha visto el telediario. Hoy le dije a más de 15 clientes que no se puede entrar al bar a pedir, ni tomar algo apoyados en la ventana. La gente vive en un mundo paralelo", lamentaba a través de Twitter.