Con la llegada del verano y la temporada de piscina, los padres deben extremar al máximo la vigilancia de los pequeños en el agua. Un niño puede ahogarse en tan sólo 27 segundos y con unos seis centímetros de agua de profundidad. Un descuido puede terminar en un trágico final.

Incluso, en una piscina repleta de gente, un niño puede ahogarse sin que nadie repare en ello. En un vídeo difundido a través de redes se ve la angustiosa lucha de un pequeño por no ahogarse.

La piscina está repleta de gente, pero nadie se da cuenta. Pese a la crudeza de las imágenes, el niño finalmente fue rescatado por un adulto.

Los expertos recomiendan observar el agua cada diez segundos y nunca mantenerse a una distancia que no se pueda recorrer en 20 segundos. Es lo que se conoce como la norma 10/20, básica para la seguridad de los niños en las piscinas.

Además, advierten de que flotadores y manguitos no son lo suficientemente seguros para evitar un ahogamiento, y señalan como el mejor sistema, los brazos de los padres cerca o un chaleco salvavidas.

En España, 147 niños menores de 9 años se ahogaron en piscinas domésticas entre 2011 y 2015.