Si estamos al cuidado de un niño bañándose en una piscina o playa no debemos situarnos a una distancia en la que tardemos más de 20 segundos en llegar a él. Además nunca estaremos más de 10 segundos sin vigilarle.

Es lo que la campaña de socorristas y agrupaciones que velan por la seguridad infantil, Emergències Setmil S.L y Segurbaby, llama la regla 10-20, coordenadas vitales, dicen, para salvar vidas.

Con 16 menores ahogados en lo que va de año, consideran prioritario que todas las piscinas estén valladas. Recuerdan también que flotadores y manguitos no son lo suficientemente seguros para evitar un ahogamiento.

El mejor sistema, los brazos de los padres cerca, o en su defecto, un chaleco salvavidas. Prioritario también que siempre haya un socorrista en la zona de baño.

Para la Asociación Nacional de Seguridad Infantil, toda precaución es poca. En las últimas 24 horas han muerto ahogados dos menores, de 2 y 10 años en piscinas de Madrid y Barcelona. Sólo hacen falta 27 segundos y una distracción para que el agua acabe con una vida.