La Audiencia Provincial de Madrid juzga a dos vigilantes de seguridad por expulsar en 2017 a una pareja de homosexuales de un centro comercial de Fuenlabrada. Según denuncia Crístopher Benítez, él y su novio solo se estaban besando cuando les invitaron a irse.

"¿Qué estábamos haciendo mal?"

"Nos echaron fuera, a la calle, por falta de respeto al centro comercial, por hacer cosas que no tenemos que hacer [...] Nos echaron porque había niños, ¿qué estábamos haciendo mal? Fue un sentimiento de humillación, de desprecio. Fue algo bastante duro en el momento", relata el joven.

Uno de los vigilantes de las instalaciones activó la alarma alertando de un 'código rosa': así se avisaban de un posible problema con una pareja de homosexuales, según ha explicado él en el juicio.

A pesar de que los jóvenes aseguran que únicamente se besaban, el vigilante ha declarado que fue más, que se tocaban por fuera y dentro de la ropa. Al juzgarlo indecoroso, alertó a su superior usando las palabras clave 'código rosa', expresión que, según él, usaban en su empresa cuando había problemas con homosexuales.

El vigilante asegura que en la empresa existía el 'código rosa'

"Él llevaba solo un mes trabajando cuando ya existía ese 'código rosa'. Él, simplemente, utilizaba lo que se establecía en la empresa para cierto tipo de actos", explica a laSexta Eduardo del Real, abogado del vigilante auxiliar acusado.

El superior del vigilante, que estaba en otra zona, reconoce que recibió el aviso de un 'código rosa', pero niega que en la empresa se use ese término para homosexuales y culpa de todo a su subordinado, que llevaba poco tiempo trabajando.

El vigilante apunta que existían otros códigos racistas

Sin embargo, el abogado del vigilante novato afirma que no sólo había un código rosa homófobo, sino otros racistas. "Había un 'código golf' cuando llegaba gente de raza gitana y podía haber algún hurto. Él no puede crear esos códigos en un mes. Estaban ya establecidos", añade Del Real.

Las víctimas han contado que no se "magrearon" y su versión la respaldan las imágenes de las cámaras de seguridad, que se han proyectado durante el juicio.