Se ha acordado rebajar a nivel cero según la escala de Infocal. La alerta, ya que se encuentra estabilizado y con una evolución favorable para los trabajos de extinción. Asimismo, esta tarde inició el repliegue de los 250 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias  que han trabajado en el lugar desde la noche del sábado.

El dispositivo, en todo caso, se mantiene activo, aunque los trabajos de extinción "han logrado frenar el avance de las llamas, han reforzado la seguridad del perímetro y han podido afrontar todas las reproducciones a lo largo de esta jornada".

El origen del fuego, según apuntó este domingo el delegado territorial de la Junta en Avila, Francisco José Sánchez, puede estar en la "intervención humana". El incendio había sido declarado de nivel de gravedad 1el sábado pero se incrementó a nivel 2 por la tarde, ya que la proximidad de las llamas obligó a cortar una carretera provincial AV-562, que ya ha sido reabierta al tráfico, y a desalojar un poblado 'hippie'.

Precisamente, esta tarde han regresado a sus casas las familias de este asentamiento, situado en una antigua ecoaldea a cinco kilómetros de la localidad de El Hoyo de Pinares, que fueron desalojados ayer por la tarde ante el peligro del avance del fuego. 

La evolución favorable del incendio ha permitido una retirada gradual y controlada de los efectivos desplegados, como la UME, varios medios aéreos y algunas brigadas de intervención rápida o las procedentes de las zonas más distantes. 

Otras brigadas siguen llegando a la zona para dar los oportunos relevos y desplegar un nuevo operativo que se haga cargo de las tareas de remate y control durante la noche. 

Entre ellas, además de los efectivos de Castilla y León, Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y Comunidad de Madrid, actúan en la zona equipos enviados por Castilla-La Mancha.

A última hora de la tarde se mantenían sobre el terreno cuatro medios aéreos, diez cuadrillas, doce autobombas y tres bulldozer, siete agentes medioambientales y tres técnicos que controlan los cerca de 15 kilómetros de perímetro en un terreno que aún tiene una elevada temperatura, por lo que el riesgo se mantiene.