Tras varios meses de investigación, la Policía Nacional ha accedido a uno de los seis pisos registrados en Madrid relacionados con una red de fraude de tarjetas bancarias. En total, 36 personas han sido detenidas por fraude informático.
Su especialidad era la falsificación de tarjetas de crédito, lo que también se conoce como 'carding'. Un delito que, según Beatriz Gómez, jefa de Grupo de Fraude Empresarial, consiste "en la utilización de una tarjeta de crédito que no es propia".
Los delincuentes, a través de documentación con identidades falsas, solicitaban a los bancos la emisión de esas tarjetas a los bancos para después comprar productos de alta gama.
"Compraban un gran número de esos productos para luego poder venderlo a un precio bastante inferior al que cuestan en cualquier establecimiento", apunta Gómez.
Para realizar el pago aportaban los datos de tarjetas que habían sido fraudulentas y que figuraban en la 'deep web'. "Se venden listados completos de tarjetas en las que viene el número de verificación y la fecha de caducidad", ha destacado Beatriz.
Una operación cuyo fraude supera el millón y medio de euros. Sólo en 2019, la Policía Nacional ha desarticulado 32 organizaciones y detenido a más de 300 personas por delitos de la misma tipología.
"Este tipo de delitos en los últimos años se está incrementando hasta un 25%", ha alertado José García Serrano, jefe de la brigada de Fraude Informático de Ciberdelincuencia.
Entre las pautas para evitar ser víctimas de estos fraudes es esencial no hacer pública la imagen del DNI. "Ahora está muy de moda hacerse una fotografía con el DNI y mostrarlo, eso es un error básico", apunta García Serrano. También es un error fiarse de webs con descuentos increíbles, enlaces que nos redireccionen a páginas sospechosas u operar con plataformas cuyo método de pago no tenga un teléfono de atención al cliente.
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