Ryanair ha aclarado este martes que no cobra ni cobrará por las ensaimadas que los turistas y residentes en Mallorca llevan como equipaje de mano en sus desplazamientos con la compañía irlandesa.
Instituciones y pasteleros de Mallorca habían pedido a la aerolínea de bajo coste facilidades para que sus viajeros pudieran transportar ensaimadas a raíz de una denuncia en redes sociales. Usuarios de Ryanair relataron que habían optado por abandonar en el aeropuerto de Palma la cajas con estos dulces tradicionales asegurando que les hacían pagar 45 euros por subirlas a bordo como bultos extra.
A raíz de la denuncia, el conseller balear de Turismo en funciones, Iago Negueruela, se ha reunido este martes en Palma con representantes de la aerolínea para aclarar este punto y trabajar juntos en la defensa de este típico producto mallorquín.
A la reunión también han asistido representantes de la Asociación de Panaderos y Pasteleros de las Islas Baleares, que han compartido con los presentes una ensaimada, dulce estrella de la repostería de la isla.
En el encuentro, Ryanair ha dejado claro que nunca se ha cobrado por llevar a bordo ensaimadas y ha reiterado que las condiciones de transporte no han cambiado.
Negueruela ha elogiado la predisposición de Ryanair, una compañía que transporta anualmente a Baleares a millones de personas, y que turistas y residentes puedan llevar sus ensaimadas en la cabina del avión, respetando siempre las condiciones de seguridad y equipaje vigentes.
Por parte de la aerolínea han estado presentes David Simón, director de políticas públicas de Ryanair, y Gala Sierra, del departamento de Asuntos Públicos y Legales de la compañía.
La empresa irlandesa es la que más viajeros mueve en el aeropuerto de Palma, unos 7,8 millones en 2022 según sus datos, una cuarta parte del total que recibe la comunidad. Volver a casa con una ensaimada o llevarla a los amigos y la familia cuando se sale de la isla, es una costumbre que genera un considerable volumen de negocio a las pastelerías mallorquinas, por lo que cualquier obstáculo supone un problema económico y de prestigio, según el sector.