Así se desprende del
resumen de la auditoría facilitado por Renfe, que fue encargada para investigar
qué falló aquel día para que un centenar de personas que viajaban desde
Santander hasta Madrid tuvieran que bajarse del tren en Osorno y ser
trasladadas hasta la capital de España en autobús.
Renfe explica que el
origen de la incidencia se debe a "un retraso inicial del tren que condujo
el maquinista" a Santander, que supuso que el trabajador llegara a la
capital cántabra a las 18.51 horas en vez de a las 18.15 horas como estaba
previsto.
El plan inicial
contemplaba que el maquinista hiciera en Santander un descanso de 45 minutos
-como estipula la ley- antes de emprender la marcha hacia Madrid, pero no se
atendió "el requerimiento del maquinista" de hacer el mencionado
descanso para que los pasajeros no acumularan más retrasos. El tren con destino
a Madrid que estaba previsto que saliera a las 19:00 horas salió finalmente a
las 19:15 horas, con 15 minutos de retraso.
Al no haber hecho su correspondiente descanso, el maquinista avisó al Centro de Gestión de Operaciones (CGO) de León para que hubiera un maquinista de relevo en Osorno, pues en ese punto cumpliría las horas legales que podía estar conduciendo.
Sin embargo, en el Centro
de Gestión de Operaciones no le "entendieron" y no llevaron a cabo
esa medida, estando preparado el relevo en Palencia. Renfe admite que "el
maquinista avisó con tiempo suficiente de la necesidad de su relevo, una vez
que se aproximaba el fin de su jornada de conducción continuada y la necesidad
de descanso, según establece el Reglamento de la Ley del Sector ferroviario y demás
legislación aplicable".
También acredita que
antes de parar en Osorno, el trabajador avisó al CGO que iba a realizar esta maniobra,
para que hubiese maquinista de relevo preparado allí. Del mismo modo, certifica
que el Centro de Gestión de las Operaciones de León recibió el aviso en plazo.
La auditoría habla de
una "falta de entendimiento" entre el centro de León y el maquinista,
pero en cualquier caso acredita que el trabajador "cumplió
escrupulosamente la legislación vigente" y "en ningún caso hubo dolo en
la actitud" del maquinista.
Renfe asegura que ante
esta incidencia "reaccionó inmediatamente" y ordenó la contratación
de autobuses para transportar al centenar de viajeros afectados y "dispuso
la devolución íntegra del importe del billete a todos por la demora
causada".
Los viajeros fueron
distribuidos en autobuses que la empresa dispuso como alternativa (también los
viajeros que esperaban en las siguientes paradas de tren), y llegaron a Madrid
a las 2.45 horas (con 3 horas y 35 minutos de retraso sobre el retraso
previsto) y a las 4:05 (con 4 horas y 55 minutos de retraso).
La compañía se disculpó
públicamente ante los viajeros y ante la opinión pública por esa falta de entendimiento
interno. La empresa asegura que para que no vuelva a suceder y mejorar la
coordinación, "se han instalado alertas informáticas por retrasos en
turnos similares en los CGO".