La policía rastrea los 10.000 metros cuadrados de la finca en la que, según la última versión de Miguel Carcaño, están enterrados los restos de Marta del Castillo. En el segundo día de búsqueda en La Rinconada, se han centrado en la zona de la carretera porque es la más próxima a Sevilla.
Utilizan un georradar que busca anomalías en el terreno, tales como tierra removida, diferentes estratos, hierro u otras composiciones. "Indican que si se han producido excavaciones o movimientos del terreno en determinadas zonas", explica Carlos Calvo de Geofísica Consultores.
A estas tareas de búsqueda con el georradas se ha sumado un helicóptero con una máquina térmica especial para detectar cambios de temperatura en la zona.
"Las imágenes que se tomarón ayer con la cámara térmica desde helicóptero son bastante buenas porque se dieron las circunstancias que eran precisas, que eran que hiciese mucho calor por el día", aclara una policía.
Con las imágenes obtenidas, junto con el análisis del georradar, que estará en tres o cuatro días, los especialistas emitirán un informe sobre las irregularidades que se hayan detectado en el terreno y en función de los resultados la Policía Nacional hará "las excavaciones oportunas o los trabajos que los investigadores determinen".
Es la esperanza a la que se agarran los padres de Marta. "Mi valoración personal es que día a día nos estamos acercando más", cuenta Antonio del Castillo.
Habrá que esperar hasta después de verano para conocer los resultados del informe final. Será un trabajo laborioso porque han pasado cuatro años y el terreno no es el mismo.
"Es muy dificil que con la señal de georradar identifiques qué es un hueso y no lo confundas con otras estructuras", cuenta Carlos Calvo. Pero a la familia de Marta no le importa esperar si así encuentran, por fín, los restos de su vida.