Introducir cámaras en las aulas es la nueva propuesta del filósofo Juan Antonio Marina. "No es grabarles para espiarles, es grabarles con sumo sentimiento para después poder analizar si ha dado bien la clase, cómo podía haber mejorado, cómo podría solucionar problemas que no ha sabido resolver" explica el pedagogo.
En países como Estados Unidos ya se hace desde hace años, con éxito. Se graban las clases para evaluar al profesor y para definir modelos en los que fijarse. Pero en España todavía estamos muy lejos. Los propios docentes tachan la propuesta de Marina de ocurrencia. Creen que violaría la intimidad del aula y rompería la relación profesor-alumno.
Adrián Vivas, responsable de enseñanzas del CSIF, asegura que "se va a romper la naturalidad y la libertad del propio alumno". Francisco García, secretario de la federación de Enseñanza de CCOO, califica la idea de Marina de "ocurrencia".
La idea, asegura Marina, no es convertir las clases en un gran hermano. Las grabaciones se harían de forma puntual y previo aviso. El objetivo, dice, es que los profesores aprendan de sus errores y progresen. A finales de noviembre, Marina entregará su propuesta al Ministerio de Educación para acabar con el secretismo en las aulas.
Violencia machista
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¿Qué falló? El presunto asesino, ahora detenido, tenía una orden de alejamiento y una pulsera telemática, que sin embargo no se activó cuando vulneró la prohibición de acercarse a la víctima. Ahora se investiga por qué.