Los nuevos uniformes de la Policía Nacional están originado toda una polémica. Una novedosa vestimenta que, tras casi dos décadas sin ningún tipo de cambio, en 2009 se decidió a implantar.

La camiseta de manga corta que hasta ese año utilizaban los agentes en verano se ha sustituido por un polo, también de manga corta, idéntico al uniforme azul marino de invierno. Unos nuevos uniformes que han suscitado tanto comentarios positivos como negativos.

Aunque algunos agentes señalan que los polos son más ligeros y elásticos, lo que facilita su trabajo, y que incluso, no es necesario plancharlos, otros, critican la baja calidad del tejido y la facilidad con que se estropea. Además, destacan que el intenso color azul marino aumenta la sensación de calor, según informa 'El Confidencial'.

A todo ello, se le suman las críticas que desde los foros policiales se han mostrado hacia los agentes que, aprovechando la gran elasticidad del nuevo polo, piden una talla más pequeña para marcar más su musculatura. Las Unidades de Intervención Policial, tras recibir este año el nuevo polo por primera vez, son de las más afectadas ya que por sus funciones especiales sus agentes suelen tener un cuerpo más musculado.

Ante la polémica, la UIP de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Castilla y León han publicado una circular en los tableros de anuncios con el fin de destacar que "el polo de nuevo uso no es una prenda de uso ajustado y le podrá ser pedida explicación a quien lo lleve excesivamente ceñido". Por lo que señalan que "la responsabilidad será individual de quien lo lleve de esa manera", según explica 'El Confidenical'.