La Policía Nacional ha detenido a tres personas acusadas de explotar sexualmente por toda España a travestis y transexuales, llegadas en su mayoría de las zonas más deprimidas de Venezuela, tres de las cuales han podido ser liberadas. Según la Policía, la investigación, impulsada por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y la Unidad contra el Crimen Organizado de Barcelona, comenzó hace poco más de un año, cuando una víctima llamó al teléfono de atención a las víctimas de la trata (900 10 50 90) para denunciar que estaba siendo obligada a ejercer la prostitución.

Después de meses de investigaciones, los agentes han detenido a tres responsables de la red, que, supuestamente, se dedicaba a captar a travestis y transexuales con problemas económicos en Venezuela, a los que ofrecían el traslado a España para ejercer la prostitución, con la promesa de que ganarían importantes cantidades de dinero en poco tiempo. Sin embargo, una vez en España, la red advertía a las víctimas que habían contraído una deuda de 8.000 euros y que debían entregarles a ellos todo el dinero que ganaran con la prostitución, hasta devolverles el dinero.

Para unos mayores beneficios e impedir, además, el arraigo de las víctimas en ningún lugar, y evitar así que alguien las pudiera ayudar, las víctimas eran trasladadas por toda la geografía española, donde eran obligadas a ejercer la prostitución tanto en pisos, como en calles de distintas localidades. El líder del grupo, que ha sido detenido, contaba con la ayuda de su madre desde Venezuela, ya que la mujer se encargaba, supuestamente, de proporcionar a las víctimas, seleccionadas entre los sectores más desfavorecidos de las localidades, la documentación necesaria.

Además, el líder del grupo tenía un acuerdo con un ciudadano español, que también ha sido arrestado, el cual se encargaba de formalizar una carta de invitación ante la Policía, lo que permitía a las víctimas justificar el motivo de su viaje a España y, de esta forma, no tener problemas para entrar en el país. Una vez en España, la red tomaba fotografías de las víctimas y las colgaba en webs de contactos eróticos, para así publicitar sus servicios.

Según la Policía, el líder amenazaba constantemente a las víctimas con hacerles daño, tanto a ellas como a sus familiares, y las trataba de forma despectiva, ya que las sometía a todo tipo de vejaciones y humillaciones. También las castigaba incrementando su deuda al pensar que no habían efectuado suficientes servicios o si sospechaba que alguna podía guardarse parte del dinero ganado. Además, los agentes has descubierto la existencia de un laboratorio instalado en un piso de seguridad, en el que cortaban y elaboraban diferentes sustancias estupefacientes con las que traficaban.