Agentes de la Policía Foral, adscritos al Grupo de Investigación de la Brigada de Protección Medioambiental, han imputado un delito de maltrato animal a dos jóvenes implicados presuntamente en organizar peleas de gallos.
Los siete animales rescatados, tras ser explorados de las lesiones por un veterinario, han sido decomisados y trasladados al centro de recuperación en Ilundain. La investigación la inició una patrulla de seguridad ciudadana de la capital ribera, que al conocer los indicios de delito trasladó las pesquisas a los especialistas de la Policía Foral.
Inicialmente se inspeccionó un corral en el paraje Gardachales, donde se observaron gallos que presentaban mutilaciones en crestas, babillas y orejas, aunque como no se apreciaban vestigios de haber participado en peleas se formuló una denuncia por infracción a la Ley Foral 7/94 al descrestar sin control veterinario.
Posteriores indagaciones dieron con otra caseta situada en La Mejana en la que sí se descubrieron gallos con ausencia de plumaje y lesiones en cabeza propias de picotazos. De hecho la Policía Foral identificó a diez personas que habían participado en una pelea de gallos, en la que uno de ellos quedó moribundo por las lesiones que le produjeron sus contrincantes.
Por todo ello fueron imputados los titulares de los gallos, dos vecinos de Tudela de 19 y 20 años, que deberán responder en el Juzgado de Instrucción nº 3 de la capital ribera por un delito de maltrato animal. Una copia del atestado también ha sido remitida a la Fiscalía de Medio Ambiente de Pamplona.
La Policía Foral ha resaltado en un comunicado "el sufrimiento que conlleva la mutilación de crestas y babillas en los gallos ('gallus gallus domesticus'), que se realiza porque al sangrar de dichos apéndices -encargados de regular la temperatura corporal- se les dificulta la visión durante las peleas".
También se consigue así restar peso para que la cabeza gane en agilidad a la hora de pelear. La Policía Foral ha explicado que el artículo 337.4 del Código Penal establece que "maltratar cruelmente a los animales domésticos o a cualesquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente será castigado con una pena de multa de uno a seis meses".