Por tercer día consecutivo, una temida nube en el incendio de Málaga nos tiene en jaque. Se trata de un pirocúmulo, un fenómeno que puede ocasionar nuevos focos a decenas de kilómetros y provocar fuertes rachas de viento. Este tipo de nubes se forma en incendios como el de Sierra Bermeja, que es de sexta generación, lo que significa que tienen la capacidad de generar nubes que superan los 11 kilómetros de altura.

El vídeo muestra cómo se forma el pirocúmulo. El aire asciende por el calor del fuego, mezclado con gases, partículas de humo y cenizas procedentes de la quema de la vegetación. Además, las altas temperaturas generan movimientos convectivos y el aire, al ascender, condensa la humedad.

Así, se forma una nube convectiva que puede alcanzar los 11 kilómetros de altura, y que llega hasta la siguiente capa de aire que es más fría, lo que provoca que se produzcan los famosos reventones, que dejan lluvias y fuertes rachas de viento que pueden incluso apagar el incendio.

¿Por qué es tan peligrosa la presencia de un pirocúmulo en un incendio?

Joanna Ivars, meteoróloga de laSexta explica en el vídeo que acompaña a la noticia el motivo por el que la presencia de un pirocúmulo en un incendio es muy peligrosa: "Tiene la suficiente energía como para fabricar sus propios fenómenos meteorológicos adversos, pero, además, por ejemplo, el viento puede soplar en múltiples direcciones, haciendo completamente imposible que los bomberos trabajen a pie de incendio, es decir, sobre el terreno", señala.