La Fiscalía de Barcelona pide un año de prisión para cinco vigilantes de seguridad del Hospital del Mar que agredieron e insultaron a un taxista de confesión musulmana, porque estaba rezando en la calle frente al centro hospitalario.

Según el escrito de acusación, el conductor estacionó su vehículo en los aledaños del hospital y extendió una alfombra en la calle para rezar.

Entonces, uno de los acusados, sin que hubiera ninguna provocación ni conflicto previo, le recriminó su acción, "interrumpiendo su rezo". Le dirigió expresiones como "esto no se puede hacer aquí, vete a otro sitio", "vete a hacerlo a tu tierra" y "esto no se hace en este país", según el fiscal.

Al ver que el hombre continuaba con sus oraciones, requirió la presencia de otros cuatro vigilantes del mismo centro, y todos ellos actuaron "con el fin de menospreciar" por la religión que profesaba.

Según el documento, le dirigieron "expresiones vejatorias" como "hijo de puta", y le agredieron con sus porras y le propinaron diversas patadas y puñetazos. Continuaron así, hasta que intervino un peatón testigo de los hechos.

La víctima sufrió erosiones en la espalda, el abdomen y el tobillo, y tardó ocho días en curarse. Aunque no quedó impedido para realizar su actividad habitual.

La Fiscalía considera que los acusados cometieron un delito contra la integridad moral. Además de la pena de prisión, pide para ellos una multa de 600 euros y que se abone una indemnización de 1.320 euros.