"Macie hacía sonidos raros, pensé que se había tragado un juguete", así relata, Irene Paisley, una mujer de Glasgow, cómo se dio cuenta de que su perro, un cachorro de staffordshire bull terrier, se encontraba mal.

De urgencia, Paisley fue al veterinario y allí comprobaron qué era lo que realmente le ocurría al animal. Le hicieron varias radiografías y comprobaron que se había tragado un cuchillo de cocina de 20 centímetros. Pasó por el estómago y llegó hasta los intestinos. Además, una parte continuaba en la garganta del perro. Según informa The Telegraph.

Rápidamente, los veterinarios procedieron a operar a Macie para extraerle el cuchillo y, tras sobrevivir a la intervención, el animal se recupera favorablemente.