El temporal y las lluvias que ha traído a España la DANA se intensifican desde la tarde de este martes. Los peores pronósticos se dan en en la Región de Murcia y el sur de la Comunidad Valenciana.

En Murcia, donde la alerta ha pasado a ser amarilla, las zonas más afectadas son Campo de Cartagena y Mazarrón. Los vecinos de estas localidades han tenido que achicar agua de los coches, y los bomberos han ayudado a sacar los vehículos de los garajes que habían quedado totalmente sumergidos.

En Alicante, donde se han superado los 50 litros por metro cuadrado, hay riesgo de inundaciones, y el aviso naranja se mantiene en toda la provincia. Algunos ríos están al máximo, como el Monnegre, que a su paso por San Joan va con mucha fuerza. Muchas calles de la provincia se han convertido en ríos y las carreteras han quedado anegadas por el agua.

Como medida preventiva, en la provincia, se han suspendido las clases y han cerrado los centros de mayores, los centros deportivos, y los parques y jardines.

En Ontinyent, Valencia, se ha registrado el día de mayo más lluvioso de los últimos 100 años, y lo peor de estas lluvias está por venir. Cayeron más de 200 litros por metro cuadrado en menos de una hora, una tromba de agua que ha inundado casas y ha dejado todo lleno de barro.

Unas precipitaciones torrenciales y persistentes excepcionales en todo el este de la Península para un mes de mayo.

Lluvias también en el sur

La lluvia también ha causado destrozos en Andalucía. En Huelva ha descargado una tromba de agua que ha formado fuertes corrientes, peligrosas para los vecinos que intentaban moverse por la calle.

Tampoco ha faltado el granizo en el Cerro de Andévalo. Allí se han acumulado 33 litros por metro cuadrado en dos horas; es el máximo de toda la provincia.

En Almería, el tiempo se ha calmado pero no sin antes dejar numerosos destrozos. La lluvia ha engullido un tramo de la carretera, dejando varios socavones y algunas inundaciones. También en Villaricos, donde otro tramo de carretera se ha convertido en un arroyo con cascada incluida.

En esta provincia siguen en aviso amarillo por lluvias y tormentas y s espera que puedan caer 20 litros por metro cuadrado en solo una hora.

Aunque lo que más preocupa ahora son los daños materiales y económicos, principalmente en los campos de cultivo que muchos han perdido de nuevo por las inundaciones.

En Málaga, los estragos de la tormenta se notan sobre todo en las carreteras, en algunas de las cuales ya se puede circular, pero con precaución.

Menos destrozos ha causado el agua caída en Cataluña, donde también ha llovido con intensidad. La comarca del Bagés, en Barcelona, se ha llevado la palma y han visto hasta granizo acumulado en repisas de ventanas. En algunos puntos del interior de la provincia se han recogido hasta 87 litros por metro cuadrado.

En Madrid, cielos encapotados durante todo el día y paraguas fuera al comienzo de la tarde.

Las tormentas cogen fuerza

Como explica la meteoróloga Joanna Ivars, todavía hay margen para que las tormentas cojan fuerza. En la tarde de este martes se han activado zonas de Huelva y se esperan 90 litros por metro cuadrado en dos horas. La zona de Pamplona y Zaragoza está llena de tormentas muy activas que están descargando con mucha intensidad y llegan hacia la zona de La Rioja.

El mapa que se prevé para el miércoles es similar. Aviso naranja en la Comunidad Valenciana por 150 litros en 12 horas, pero la buena noticia es que llueve sobre mojado. Además se activan alertas en Ibiza y Teruel y se mantienen los avisos activos ya en Cataluña, además de Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha.

La situación durará hasta final de mes, pero no con esta DANA cuyos efectos irán perdiendo intensidad al final de la semana. El aire frío, en cambio, hará que las lluvias perduren durante más días.

Con algún 'pero'

La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido

Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.