La madre, Ewa y el padre, Orlando Sousa, después de varias sesiones de quimioterapia, se negaron a renunciar a la lucha contra el cáncer de su hijo. Cristiano no quería vivir más ya que se sometió a multitud de tratamientos que le quemaron la garganta, cara y ojo derecho.
Cristiano sufría Rabdomiosarcoma embrionario desde enero de 2016, tras una operación, los médicos dijeron que el tumor hacía desaparecido pero en octubre de 2016, el cáncer regresó de manera más agresiva. Los médicos de la clínica Burzynski de Houston le dijeron que podrían ayudar a terminar con la enfermedad, pero la familia de Cristiano no tiene el suficiente dinero para ese tratamiento.
Los padres compartieron en la página web 'GoFundme' la enfermedad del niño, necesitando más de 200.000 libras para el tratamiento que dura más de un año y en solo tres días la gente donó más de 20.000 libras. "Han sido tres días increíbles, todo el mundo quiere ayudar para recaudar dinero, no me esperaba esto, tengo nuevas esperanzas", dijo la madre de Cristiano según informa 'The Mirror'.
Otro gasto más
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