Cuando alguien abre la puerta de una farmacia cualquiera de las miles que pueblan las calles de nuestro país, las posibilidades de que acuda a por un omeprazol son superiores a cualquier otras.
No es azar. Tampoco una tendencia propia de la pandemia: desde hace años, y según datos del Sistema Nacional de Salud proporcionados a laSexta por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria -SEFAC-, ése es el medicamento más demandado por los españoles. Ahí se mantiene, imbatible, en el número uno.
Pero esa tendencia podría variar a partir de ahora. Al menos, en Madrid. Según la petición de la Consejería de Sanidad, desde este 1 de diciembre el Gobierno de Ayuso pretende que las boticas también formen parte de la estrategia de detección del COVID-19 y comiencen a vender y realizar test de antígenos.
Este plan añadiría una nueva función para el farmacéutico en nuestro país, un profesional que ha visto cómo su rutina, su trabajo, su perfil y su negocio ha evolucionado con los tiempos. Así es la farmacia en España: un sector clave desde la llegada del virus SARS COV-2, muy capilarizado a lo largo de todo el país y que no tiene visos de llegar a convertirse en un negocio online, lejos de la realidad que se vive con Amazon al otro lado del charco.
Radiografía del sector de la farmacia
En España hay 22.071 farmacias atendidas por 75.260 farmacéuticos colegiados. Según datos del INE, en todo el país hay un total de 8.131 municipios. El número de boticas casi triplica al número de localidades. Esas farmacias asisten, cada día, a 2,3 millones de ciudadanos, en cifras del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Es la red más extensa de Europa: 9 de cada 10 habitantes tienen una farmacia a menos de 10 minutos de su domicilio.
9 de cada 10 habitantes tienen una farmacia a menos de 10 minutos de su domicilio
La cifra no es trivial: sitúa a la farmacia española en los ratios más bajos de Europa, lejos de países como Dinamarca, con más de 12.000 habitantes de media, y Holanda, con cerca de 6.000. Así, el órgano colegial presume de que en España se tiene “la farmacia más cercana y accesible del continente”.
“Dispensan los medicamentos, promueven la adherencia a los tratamientos y trabajan en la implantación de nuevos servicios farmacéuticos que mejoren la salud de los ciudadanos y contribuyen a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios”, alegan desde la organización de los farmacéuticos.
Esto no siempre ha sido así. En conversación con laSexta, Ana Molinero, doctora en Farmacia y vicepresidenta de SEFAC, relata cómo ha habido un cambio en la imagen de las farmacias en nuestro país. “Hemos pasado, hace relativamente no mucho, de ser una dispensadora de medicamentos que llegan a la farmacia a través de la distribución para centrarnos más en el paciente y ser proveedores de servicios profesionales farmacéuticos. De centrarnos en el medicamento en sí, a las necesidades del paciente”.
El modelo de farmacia española es diferente al de otros países como EEUU o Alemania
En la actualidad, existen más mujeres que hombres farmacéuticos. La proporción es 3 a 1. Pero este rol no es el único que puede ejercer alguien que ha estudiado Farmacia en España. En cuanto a desempeño profesional, la actividad mayoritaria es la farmacia comunitaria, seguido de farmacia hospitalaria, análisis clínicos, distribución… pero en mucha menor ratio. El graduado o licenciado en Farmacia español ejerce en farmacia comunitaria.
Así, la farmacia española es una excepción: “Nosotros tenemos un planteamiento de farmacia que no es el mismo en otros lugares”, sonríe en conversación con este medio Lluis Segú, farmacéutico y codirector del Encuentro de Expertos en Gestión sanitaria y Economía de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra. “En Alemania o EEUU te vas al súper y puedes poner en el carrito algún medicamento”.
Aquí la realidad es diametralmente opuesta y no parece que esté en el horizonte cambiarlo: ningún establecimiento comercial, ningún bazar, ningún colmado puede vender, ni siquiera, mercromina. “En España cualquier medicamento, sea de prescripción o no, está regulado que la dispensación no se pueda hacer fuera de las farmacias”. Así, las boticas tienen, por orden del Ministerio de Sanidad, el monopolio de la dispensación de medicamentos.
El modelo español tiene varias características muy particulares: cada oficina de farmacia tiene que ser propiedad de un único farmacéutico. Un mismo profesional no puede poseer varias boticas y, por eso, no existen -ni existirán- las cadenas de farmacias. “Es un negocio muy atomizado, muy particular”, admite Segú. Incluso los medicamentos sin prescripción, que son de precio libre, en su amplia mayoría tienen un precio regulado. Es Sanidad quien da la autorización de comercialización y quien establece el precio máximo.
Así serán los test de antígenos
Dentro de esa comercialización de productos de parafarmacia se incluiría la venta tanto de mascarillas -también con un precio máximo marcado por la legislación-, geles hidroalcohólicos y, si el ministro de Sanidad, Salvador Illa, concede la autorización, test de antígenos desde este mes de diciembre.
El farmacéutico lo único que puede hacer es dispensar, en principio. Pero también hay farmacéuticos especializados en análisis clínico, por ejemplo. Con eso en mente, algunas instituciones como la Comunidad de Madrid han planteado la posibilidad de que también se hagan estas pruebas.
Las farmacias de Madrid tendrán un circuito propio para hacer test anticovid
La idea del Gobierno de Ayuso, de la mano del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, la SEFAC, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles y la Asociación de Empresarios Farmacéuticos de Madrid, es que unas 500 farmacias las lleven a cabo, previamente acreditadas por SEFAC tras aprobar un curso.
Serán solamente los farmacéuticos -titulares, adjuntos, regentes o sustitutos de una oficina de farmacia- acreditados por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid podrán realizar los test de antígenos. Y existen requisitos para que las farmacias puedan hacerlo, tal y como ha especificado la Consejería de Sanidad.
Según el municipio donde se encuentre y de su infraestructura, la farmacia se podrá acoger a uno de los dos modelos diseñados para realizar pruebas. Las farmacias que las realicen durante su horario de apertura deberán disponer de un circuito de acceso a la zona acotada donde se realice la prueba. En cambio, aquellas que opten por realizar las pruebas tras el cierre al público, facilitarán un horario específico para los test.
Los test de antígenos se harán sólo a asintomáticos
En todo caso, las oficinas contarán con una zona específica para realizar las pruebas, que se desinfectará después de cada una y deberá disponer de ventilación natural o mecánica. Además, en una zona previa a ese espacio, tendrán que tener un punto de información para la entrega de documentación, información sanitaria y recomendaciones higiénico-sanitarias.
En el caso de que un ciudadano obtenga un resultado positivo, la oficina de la farmacia, como establecimiento sanitario, se lo notificará de manera inmediata -dentro del margen de 15 y 20 minutos que tarda en obtener un resultado el test-. Al mismo tiempo, se pasarán los datos a la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, a través de un sistema centralizado de registro que quedará integrado en los sistemas de información de la Consejería de Sanidad.
Omeprazol, rey del medicamento
Puede que a partir de este mes de diciembre los test de antígenos sean lo más solicitado en las farmacias. Pero tendrán que competir con las grandes estrellas de nuestras boticas. Según datos del Sistema Nacional de Salud, consultados por este medio, los medicamentos más consumidos en nuestro país son los analgésicos. Por orden, le siguen los ansiolíticos, los antihipertensivos, los agentes para úlcera péptica y reflujo gastroesofágico y los modificadores de trastornos de lípidos.
Si hablamos de principios activos, con nombres que quizás suenen más a pie de calle, el superventas de las farmacias es el omeprazol -que se destina para tratar la úlcera y reflujo; aunque existe mala utilización como protector por parte del usuario-, seguido de cerca por el paracetamol. Ambos dos son analgésicos.
En el ránking también se sitúan el ácido acetilsalicílico, como antiagregante plaquetario -es el principio activo detrás de marcas comerciales más conocidas como Adiro o Aspirina-; simvastatina y atorvastatina para disminuir el colesterol, y el metamizol sódico como analgésicos -el famoso Nolotil-.
Es Extremadura la comunidad con más gasto por habitante en farmacia y Madrid, la que menos
El gasto medio por habitante en farmacia se sitúa 225 euros anuales. Es Extremadura la comunidad autónoma con más gasto y Madrid, la que menos.
El rol de la farmacia juega un papel esencial en el sistema público de salud de nuestro país. Porque el Estado lo que le está comprando -por eso la bonificación- a la farmacia no es sólo la dispensación del medicamento, sino el almacenaje y la adquisición, con lo que ello conlleva. Lo que la sanidad toma de la red de farmacias es el medicamento, pero ellas hacen todo lo requerido para poder tenerlo. El sistema público no paga el stock de medicamento, sólo paga cuando la farmacia lo dispensa.
Por eso, los márgenes de precio que manejan las apotecas son muy ajustados. Su actividad está altamente regulada y los tipos de productos que pueden poner a la venta, también. Fuentes farmacéuticas relatan que, por eso, se potencia la parafarmacia: esos artículos no reglados por los que cada farmacéutico puede apostar a placer.
Los medicamentos tienen un precio fijado por la Administración, que es quien lo establece y sobre los que vuelve de manera periódica. “Desde el año 2000 ha habido como 28 medidas de ahorro sobre los medicamentos. El último movimiento ha sido la creación de los precios referencia”, manifiestan fuentes del sector. Así, más de la mitad de lo que se dispensa en una farmacia “vale 3 euros o menos”.
El 80% de lo que hace una farmacia “está controlado y limitado”
El 80% de lo que hace una farmacia “está controlado y limitado”. “Es ese 20% es lo que le permite a los farmacéuticos amortiguar, que le deja más dinero que los medicamentos, aunque tengan que competir con otros canales de distribución”, como supermercados o grandes superficies, explican esas voces.
“Desde la perspectiva del usuario, nuestro modelo español funciona bastante bien: red de farmacias extensa, un servicio bien garantizado -cuando no hay stock lo consiguen en muy poco tiempo-, no hay problema de accesibilidad”, enumera el experto Lluis Segú. “Hay farmacias hasta en el último rincón. En las encuestas de salud que se le hace a la gente es un servicio bien valorado”.
Aunque el debate está sentado entre los farmacéuticos. “Le podríamos sacar más partido. Se podría hacer más cosas que entregar y dispensar”, considera Segú. ”¿Es un sistema eficiente? ¿Podríamos buscar maneras más baratas?”, se pregunta. “Pero no lo ha evaluado nadie”.
Los ansiolíticos, disparados con la pandemia
Las dispensas de las farmacias son un fiel reflejo de lo que está viviendo la sociedad en cada momento. Con la pandemia, las tendencias que hasta ese momento se establecían en cuanto a compra y venta se alteraron. No sólo por la introducción en la vida de los españoles de las mascarillas y los geles, sino por qué demandaban los ciudadanos para cuidarse a sí mismos, con un sistema sanitario saturado y al borde del colapso.
El uso entre los españoles de medicamentos analgésicos, para el sistema respiratorio y nervioso se incrementó de manera significativa durante el confinamiento. Así se desprendía del análisis de los datos de dispensación con cargo al sistema público de la red de farmacias: eran importantes los cambios en la utilización de medicamentos durante el periodo más duro de la pandemia, sobre todos los relacionados con síntomas del COVID-19.
En la pandemia se registró un incremento de entre un 10 y 15% en la venta de ansiolíticos
En cuanto a los analgésicos, se experimentó un crecimiento medio de casi un 25% su dispensación, llegando hasta un 43% en el caso del paracetamol. La utilidad en síntomas como el dolor y la fiebre y las noticias sobre posibles problemas con otras alternativas terapéuticas, provocaron un aumento en la dispensación de este medicamento durante las primeras semanas. En el caso de los medicamentos empleados habitualmente contra enfermedades respiratorias obstructivas, se registró un incremento medio del 12%, siendo en algunos de los tipos de inhaladores superiores al 25%.
En el caso de los medicamentos de tipo ansiolítico o antidepresivos, empleados habitualmente contra patologías del sistema nervioso, se ha registrado un incremento de entre un 10 y 15% lo que probablemente pueda reflejar el impacto emocional que ha tenido la COVID-19 tanto en la población general, como en los pacientes afectados o los propios profesionales sanitarios.
“Durante la pandemia, la farmacia ha dado la cara y ha ofrecido múltiples soluciones para contribuir a la prevención y garantizar el acceso al medicamento”, opina el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. “Así, se puso en marcha la atención farmacéutica domiciliaria, la coordinación de la farmacia hospitalaria y la comunitaria para acercar a los medicamentos hospitalarios a los colectivos más vulnerables, además de la contribución a la prevención mediante educación sanitaria y campañas de detección precoz”.
2,2 millones de los españoles recibieron en marzo atención telefónica por parte de su farmacéutico
Según un estudio de los farmacéuticos de la mano de la consultora GAD3, se prestó asistencia a más de 30 millones de personas en el primer mes de confinamiento. Además, 2,2 millones de los españoles recibieron, en esas mismas fechas, atención telefónica por parte de su farmacéutico y casi un millón de ciudadanos, 850.000 españoles, recibieron atención farmacéutica en su domicilio, especialmente mayores de 65 años.
El presidente de los farmacéuticos, Jesús Aguilar, aduce que “vivimos una situación sanitaria complicada en la que todos tenemos que sumar fuerzas para contener la expansión de la pandemia”.
“Siempre con esa cruz verde que nunca se apaga, que en los peores momentos ha estado más encendida que nunca. Una red de más de 22.000 farmacias con 53.300 farmacéuticos comunitarios que puede hacer mucho más sanitariamente: si se reafirma su papel en la Atención Primaria, si se la integra Políticas de Salud Pública, si se potencia su incorporación en la Transformación Digital de la Sanidad para mejorar la eficiencia y de la calidad del Sistema Nacional de Salud y si se garantiza la viabilidad de las farmacias, en especial las situadas en zonas frágiles, despobladas y deprimidas”, esgrime Aguilar.
¿Venta online y entrega a domicilio de medicamentos?
Acercar el medicamento al paciente, que el usuario no tuviera barreras geográficas para acceder al medicamento podría ser la motivación para implementar la farmacia online en nuestro país, pero la realidad esconde un entramado mucho más complejo detrás.
Una dispensación no es solamente entregar un medicamento. “No es como cuando el súper te entrega un kilo de tomates”, ríe Lluis Segú. “La entrega del medicamento tiene que comportar una información del medicamento, un seguimiento, estar disponible por si el cliente lo necesita. El quid de la cuestión no es la logística, sino acompañar esa logística de una atención farmacéutica adecuada”.
Pero una noticia ha copado muchos titulares en los últimos días. En EEUU, el gigante Amazon va a comenzar a distribuir medicamentos también. A domicilio, claro.
En EEUU, Amazon permite la compra con la información del seguro médico en el perfil del cliente
El método de esta farmacia online incluye la compra y gestión de medicamentos en la web de Amazon a través del perfil del usuario, que tendrá que incorporar información sobre su seguro médico y podrá elegir el método de pago.
En España, como se ha explicado antes, prácticamente el 85% de los medicamentos los financia el sistema público. El proceso es: una prescripción de un médico del sistema público para poder hacer esa dispensación y el sistema público contrata a las farmacias para que haga esta dispensación. “Así, debería ser el Sistema Nacional de Salud quien contrara a Amazon como externalizado para distribuir, que recogiera las recetas electrónicas. España tendría que cambiar la normativa”, explica Segú.
“No es como en EEUU, en el que cada uno se los compra, sino que los compra el sistema, y él decide cómo los paga y quién los entrega”, resalta el también farmacéutico y codirector del Encuentro de Expertos en Gestión sanitaria y Economía de la Salud de la UPF. “Si esto pudiera pasar, es entender la farmacia como un Amazon. Porque Amazon podría incluso montar una aseguradora médica, si necesitara médicos que prescriban”. Los sistemas sanitarios de ambos países son muy, muy diferentes.
La venta online puede conllevar la banalización del medicamento
Pero en España la sanidad no es un negocio. Al menos, no del todo. “¿Aquí qué negocio queda fuera de lo que paga el Sistema Nacional de Salud?”, subraya Segú. “¿El que cada uno compra cuando le da la gana lo que no requieren prescripción? ¿El ibuprofeno de 400 mg? Para eso, Amazon sólo tendría que tener una oficina de farmacia legalmente establecida. Pero sería una parte del negocio muy pequeña”.
Ante esta visión se corre el riesgo, advierten los farmacéuticos, de banalizar la entrega de medicamento. No tanto por mantenerse en el posicionamiento tradicional, sino por adaptarse mal a lo que la gente pide.
Lo cierto es que en nuestro país sólo se pueden adquirir por internet medicamentos sin receta, pero con unas garantías: que se trate de una farmacia física legalmente autorizada, que sea reconocible por la inclusión de un logotipo común europeo en la página web y que, además, previo a la dispensación online de un medicamento, el profesional farmacéutico debe asegurarse de realizar un asesoramiento personalizado al ciudadano, así como dejar registro de todo ello.
Por eso, y según fuentes del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, "es inviable trasladar su modelo a nuestro país".