En menos de una semana, Andalucía ha registrado hasta cuatro brotes de intoxicación alimentaria que han afectado a más de 100 personas. La ola de calor y la falta de higiene en la manipulación de alimentos son los principales factores señalados por las autoridades sanitarias.
Uno de los casos más graves se ha producido en la Residencia Universitaria Rosario Valpuesta, en Montequinto (Sevilla), donde 46 alumnos han caído enfermos tras consumir tortilla y huevos revueltos. Jaime, uno de los afectados, aún presenta síntomas casi una semana después: "Voy al baño con mucha frecuencia, tengo náuseas y fiebre" ha declarado. Otros compañeros, como Teresa e Iker, han descrito síntomas similares y dos de ellos han sido hospitalizados. Las inspecciones han revelado deficiencias en el registro de temperaturas y trazabilidad de los alimentos.
En San Fernando, Cádiz, otro brote ha afectado a 48 miembros de una peña tras una celebración el 12 de mayo. Manuel, uno de los afectados, ha explicado: "A los que veo por la calle les pregunto, mira a mí, me pasa esto y coincidimos en los mismos síntomas". Aquí también se sospecha de una contaminación por salmonella, y 11 personas han requerido hospitalización.
En Almería, 11 adolescentes han sufrido vómitos, diarrea y fiebre después de consumir dulces en un restaurante.
Desde la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía se han recordado las medidas básicas para prevenir estas intoxicaciones: conservar alimentos a la temperatura adecuada, mantener una higiene máxima al manipularlos y cocer el huevo por encima de los 70 grados. Con la llegada del calor, estas precauciones se vuelven especialmente cruciales para evitar brotes masivos.
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