Terminar con los mosquitos en los hogares es una pelea de cada verano. En este sentido, la OCU ha facilitado el trabajo a los ciudadanos señalando qué remedios y métodos son útiles en esta tarea y cuales no lo son.

Así, la organización ha concluido que "la mejor manera de combatir a los mosquitos en el interior es recurrir a un producto insecticida, ya sea un espray o aerosol, o un enchufe difusor". Y no lo dice ella, lo dicen los expertos. Eso sí, señalan que para que sean realmente eficaces es importante mantener la estancia cerrada mientras actúan. Sin embargo, añaden que estos principios activos (piretroides) son tóxicos, con lo que no conviene abusar de ellos. "Hay que evitarlos cuando haya bebés", añaden desde la OCU.

Por otro lado, cuando se trata de zonas en el exterior, la mejor manera de hacer frente a estos insectos son los repelentes, pues consiguen desorientar a los mosquitos de forma rápida y eficaz.

¿Cuáles son los mejores repelentes antimosquitos?

Los repelentes más eficaces son el DEET (N,N-dietil-m-toluamida) y la Icaridina, seguidos del Citriodiol o el PMD, según los expertos. El IR 3535 (Butilacetilaminopropionato de etilo) y los aceites esenciales (geraniol, citronela y otros) son menos eficaces, según recoge la organización. Sin embargo, estos últimos son menos tóxicos para las personas que los primeros.

¿Cuáles son los peores métodos antimosquitos?

Las pulseras repelentes no son una buena opción, según la OCU. El motivo principal es que el alcance del principio activo de estos métodos es muy limitado. Tampoco lo son los aparatos de ultrasonidos o las lámparas ultravioletas ya que los mosquitos no se sienten atraídos por la luz, sino por el CO2 de la respiración y las sustancias liberadas por la piel.