Nueva polémica por una virgen en Sevilla: la hija del escultor denuncia que la de Dulce Nombre de Bellavista no se parece en nada a la original

Cuando parecía que la polémica de la Virgen de la Macarena de Sevilla se solventaba, llega otra, también en la capital hispalense. Se trata de la motivada por la restauración de la talla original de la virgen Dulce Nombre de Bellavista. La hija del autor ha presentado una denuncia y el juez la ha admitido a trámite. Pide una indemnización por alterar la fisonomía de la imagen.

Sobre estas líneas se puede observar el antes y después de la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista tras su restauración en 2021, que para la progenitora del escultor no se parece en nada a la que talló su padre en 1969. En este sentido, el abogado de la denunciante, Javier López-Cantal, ha explicado que "aunque se adquiera la obra de arte material, existe un derecho inmaterial que es la expresión de la idea que el autor le confirió".

De hecho, la cosa va en serio, porque el juez ha admitido su denuncia, ya que a diferencia de la Virgen de la Macarena, la de Dulce Nombre de Bellavista tiene un heredero que sí puede reclamar sus derechos. Por ello, "lo que se pide es que se reponga la imagen a su estado original", así como "una indemnización de daños y perjuicios por vulnerar el derecho moral", ha apuntado también el mismo letrado.

Eso sí, mientras ella pide recuperar la imagen original y una indemnización simbólica de más de 2.000 que iría a Caritas, otros intentan defender la talla actual. Se trata de Darío Ojeda, el mismo restaurador, quien reconoce que "siempre, en toda restauración hay un pequeño cambio". Además, ha asegurado que "en este caso, se respetó completamente la policromía".

De hecho, desde la Hermandad piden "de momento, cautela", puesto que ello ya han "hecho todos los procedimiento como se estipulan", ha indicado Diego Romero Hermano Mayor de la Hermandad. "A la Virgen se le ha quitado la suciedad de los años y unas patinas que se aplicaron en una restauración en el año 2000", ha añadido. Unos retoques estéticos de nariz, barbilla y profundidad en la mirada, que solo el juez decidirá si se vuelve a su antigua cara o a la especie de versión 2.0 de la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista.