Alice Giles, la niña de ocho años, fue ingresada en el Hospital de Newcastel por una grave tos, temperaturas muy altas y dolor de espalda. Tras conocer los síntomas de la pequeña, los médicos aseguraron que lo que tenía era una simple "gripe viral".

Tras recibir el alta médica, Alice y su madre, Anne Giles, se fueron para casa aunque el estado de la pequeña no mejoraba. Tras varias horas de empeoramiento la pequeña falleció en su domicilio.

Antes del fallecimiento, la pequeña tenía la cara y labios azulados, pero su madre no podía hacer nada. Anne se puso en contacto con el servicio de emergencias pero cuando llegaron la niña ya había perdido el conocimiento.

Según el diario 'Mirror', se ha abierto una investigación para desvelar lo ocurrido ya que la niña no había muerto por gripe, sino por sepsis, una grave infección sanguínea que se expande a través de las células. Los forenses han asegurado que los síntomas de la pequeña eran los habituales de una gripe por lo que "no había ninguna forma para diagnosticar a Alicie".

La madre de Alicie ha comenzado una campaña para concienciar dice que "es positivo que los médicos han tomado nota y están tratando de cambiar las cosas para mejor, pero la gente tiene que ser consciente de la sepsis. Es de acción rápida y puede ser tan letal como la meningitis".