La NASA va a volver a Venus después de más de 30 años. Hacia finales de esta década el organismo llevará a cabo dos misiones espaciales para intentar comprender por qué este planeta es un invernadero infernal.

Una de estas dos misiones se llama DAVINCI + (Deep Atmosphere Venus Investigation of Noble fases, Chemistry and Imaging). Consistirá en la medición de la composición del planeta vecino para comprender cómo se formó y evolucionó. También permitirá saber si tuvo alguna vez un océano.

Una esfera descendente se sumergirá en la atmósfera y tomará muestras de gases nobles y otros elementos para analizar por qué el planeta presenta unas temperaturas tan altas –la media es de 462 grados Celsius-.

Esta misión también devolverá las primeras imágenes de alta resolución de las características geológicas únicas conocidas como "teselas", comparables a los continentes de la Tierra, lo cual sugiere que en Venus también podría haber placas tectónicas.

La segunda misión es VERITAS (Venus Emissivity, Radio Science, InSAR, Topography, and Spectroscopy), y mapeará la superficie de Venus para determinar la historia geológica del planeta y comprender por qué se desarrolló de manera tan diferente a la Tierra.

En órbita alrededor de Venus con un radar de apertura sintética, VERITAS trazará las elevaciones de la superficie de casi todo el planeta para crear reconstrucciones 3D de la topografía y confirmar si procesos como el vulcanismo todavía están activos en Venus.

VERITAS también mapeará las emisiones infrarrojas de la superficie de Venus para mapear su tipo de roca, que es en gran parte desconocido, y determinará si los volcanes activos están liberando vapor de agua a la atmósfera.

"Estamos acelerando nuestro programa de ciencia planetaria con una intensa exploración de un mundo que la NASA no ha visitado en más de 30 años", ha dicho en un comunicado Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA. "Utilizando tecnologías de vanguardia que la NASA ha desarrollado y perfeccionado durante muchos años de misiones y programas de tecnología, estamos marcando el comienzo de una nueva década de Venus para comprender cómo un planeta similar a la Tierra puede convertirse en un invernadero", ha aseverado el mismo.

Ha continuado asegurando que "las metas son profundas. No se trata solo de comprender la evolución de los planetas y la habitabilidad en nuestro propio sistema solar, sino de extenderse más allá de estos límites a los exoplanetas, un área de investigación emocionante y emergente para la NASA".