Ruido constante, música a todo volumen y luces estridentes frente a la ventana. Es la pesadilla que, desde hace una semana, soportan a diario algunos vecinos de Vigo, para quienes la Navidad se ha convertido en una tortura por culpa del 'parque temático' en el que se ha transformado el centro de la ciudad con motivo de las fiestas.
"No escuchamos ni la televisión ni podemos hablar dentro de casa", se queja una de estas 'víctimas de la Navidad', en un vídeo en el que denuncia el elevado volumen de la música. Manuel Ramos, por su parte, afirma que "es como tener una manifestación debajo de casa durante cinco horas al día".
Por eso, este vecino de la ciudad ya ha recogido más de 1.700 firmas exigiendo una solución al Ayuntamiento. "A mí alguien que por favor me explique qué tiene que ver un parque de atracciones con la Navidad, un parque de atracciones que dura tres meses", asevera.
Sin embargo, el alcalde, Abel Caballero, asevera que "al Partido Popular y sus enviados no les gusta la Navidad". "No les gusta la Navidad por razones políticas, y al bloque y sus enviados, no les gusta la Navidad de Vigo", insiste el primer edil.
Los negocios junto a Doña Manolita, 'víctimas de la Navidad'
Pero los habitantes del centro de Vigo no son los únicos que sufren las consecuencias de la Navidad: en Madrid, los establecimientos cercanos a la mítica administración de loterías Doña Manolita se quejan del impacto en sus negocios de la larga cola para hacerse con un décimo. La fila, denuncian, tapa las entradas a sus bares y no deja ver sus escaparates.
En uno de los locales aledaños aseguran que la venta de desayunos han bajado hasta un 50% y María incluso ha contratado a una persona para cortar la cola en su fachada: "Tapa la tienda y bajan las ventas del 30 al 40%", denuncia. Desde Doña Manolita, por su parte, explican que cuentan con "un dispositivo de vigilantes de fila que dejan espacio entre los comercios para que puedan entrar y salir".