Luis de Marcos denunció que le estaban "obligando a pasar por un calvario" y que "los dolores insoportables de la enfermedad" que sufría le provocaban un deseo de "abandonar este mundo ya" aunque lamentaba que la legislación española no se lo permitía. Durante los últimos meses la movilidad de su cuerpo se había reducido y su mujer afirma que sus últimas horas de vida han sido muy duras.

La mujer de Marcos, Asun, ha explicado la situación en la Cadena Ser: "Solo tengo palabras de agradecimiento para el hospital en el que hemos estado desde el 7 de julio. Espero que nadie pase por el calvario que ha pasado Luis, le haya costado tanto irse y dejar esta vida, ha sido un infierno. Eso no es propio de este tiempo, hay que hacer algo con la ley". Su mujer ha hecho pública una carta que Luis le dejó antes de morir pidiendo que se difundiese tras su fallecimiento:

Cuando lean esta carta yo me habré ido. He pedido a Asun que cuando emprendiera el viaje a Nanguilima o como se llame el lugar al que vamos cuando dejamos este mundo, la publique.

Simplemente quiero decir que creo que venimos al mundo con alguna misión, para desempeñar algún papel y a mí me ha tocado sufrir una enfermedad que me ha llevado a luchar por uno de los derechos más básicos. Ahora tengo plena conciencia de que el mínimo exigible a una sociedad desarrollada, civilizada y moderna es el derecho al suicidio asistido. Ojalá podáis tener esa salida si llegáis a necesitarla.

Muchas gracias a todos los que de alguna manera habéis apoyado esta causa, que no solo es mía sino de cualquier ser humano.

Unidos Podemos intentó legalizar la eutanasia pero el Congreso lo denegó con la abstención de Ciudadanos y PSOE y el voto en contra del PP.