El hombre que estaba atrincherado en su vivienda en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) ha muerto tras un tiroteo que ha mantenido con agentes de la Guardia Civil, resultando uno de los agentes heridos de gravedad.

El hombre, de unos 70 años, había disparado a la pareja de su hija y a un agente de la Guardia Civil, antes de atrincherarse en su casa durante 12 horas. El agente salvó la vida porque llevaba puesto el chaleco antibalas.

Durante toda la noche, las fuerzas de seguridad del Estado han actuado en el entorno de la vivienda y hasta el lugar se desplazaron dos mediadores.

El presunto agresor tenía tres hijas, una de las cuales, que está separada, reside en Ejea, donde regenta un bar, y es pareja del hombre herido grave.