Segunda noche de fiesta en Salou, con bailes en plena calle, desfile de disfraces, de atuendos imposibles y excesos con el alcohol. "Lo siento mucho por el ruido y la destrucción", dice un turista.

Pero las disculpas no bastan para los vecinos a los que el ruido se les empieza a hacer insoportable, que incluso han instalado triples ventanas para evitar el ruido. Estos días tienen que adaptar sus costumbres.

Hasta los turistas españoles se encuentran con problemas para ir de fiesta, y se quejan de que "son fiestas sólo para ellos, si están en la discoteca te dicen que es fiesta privada". Los más veteranos tienen clara cuál es la cuestión, y es si "quieren el dinero o no lo quieren".

A la controversia entre comerciantes y vecinos se suma ahora también la imagen que dejaron algunos jóvenes en el estadio del Reus, donde mientras unos practicaban deporte, otros bebían en el césped y hasta se paseaban desnudos.

Actitudes que no han gustado nada ni al equipo, ni al ayuntamiento. El alcalde del ayuntamiento avisa que "se ha prohibido la entrada en los próximos días", y que hasta se replantean que "para el próximo año haya SalouFest en Reus".

Ahora sólo pueden acceder a otro campo, anexo al principal, y mientras cumplan las normas. La organización ya ha dado orden a los monitores para que vigilen a los estudiantes y no les permitan bebidas alcohólicas en las instalaciones. No quieren que imágenes como las de un día antes vuelvan a repetirse.