Un médico ha denunciado que una residencia de Barcelona le ha despedido tras coger la baja con síntomas de coronavirus, aunque luego dio negativo, ante lo que la empresa le acusó de "estafa laboral" por "fingir" y "abandonar" a los ancianos en un momento de "extrema vulnerabilidad".
En un escrito dirigido a la sección de conciliación del Departamento de Trabajo, al que ha tenido acceso Efe, el médico pide que se declare nulo el despido, o subsidiariamente improcedente, y que se le indemnice con 12.500 euros por la infracción al derecho al honor y a la vida y su integridad física, del que cree que ha sido víctima por parte de la empresa.
El médico, que había sido contratado en diciembre de 2018 por la empresa que gestiona la residencia de ancianos, situada en Barcelona, empezó a notar sintomatología compatible con el coronavirus la semana del 23 de marzo pasado, en pleno estado de alarma, ante lo que fue a los servicios de salud, que le prescribieron la baja médica entre el 30 de marzo y el 13 de abril. Justo después de recibir el alta, la empresa le comunicó el 16 de abril que le despedían, en una carta en que le acusaban de haber "fingido" los síntomas del coronavirus, lo que entendían suponía un "engaño" y una "estafa laboral" a la empresa y a la Seguridad Social.
En la carta de despido, a la que ha tenido acceso Efe, la empresa anunciaba que pediría a la Seguridad Social, a través del juzgado, que detallara las causas de su baja y que le denunciaría por fraude laboral, abandono de sus pacientes y por incumplimiento de obligaciones laborales y del código deontológico. "En el contexto de la actual crisis sanitaria la empresa entiende que su actuación es negligente, irresponsable e injustificada", sostenía la carta de despido, en la que la residencia le acusaba de "abandonar" a los ancianos "en un momento de extrema vulnerabilidad, en el que más atención médica han necesitado".
La empresa asegura que la actitud del médico careció de la profesionalidad "mínimamente exigible"
Según la carta de despido, la actitud del médico careció de la profesionalidad "mínimamente exigible", además de ser "absolutamente reprochable" desde el punto de vista ético debido a la crisis sanitaria y social, por lo que se le recriminaba que hubiese actuado de "mala fe", incumpliendo de forma "continuada, voluntaria e injustificada" con sus obligaciones.
El denunciante: la empresa incumplió los mínimos preceptos elementales
Por el contrario, el médico, representado por el abogado Javier Aranda, sostiene en su denuncia que la empresa incumplió desde el inicio de la crisis sanitaria los "mínimos preceptos elementales" en materia preventiva y que acudió a los servicios médicos de salud al presentar sintomatología compatible con el coronavirus precisamente al ser consciente de su "deber de garantizar el estado de salud de los residentes de avanzada edad y alto riesgo".
Una vez le dieron la baja, se sometió a la prueba PCR, en la que dio negativo, circunstancia que, según detalla el médico en su denuncia, "no es nada extraño". El médico asegura que los argumentos esgrimidos en la carta de despido no son ciertos y denuncia que la "extrema gravedad" de su contenido debería comportar la nulidad de su cese laboral, al vulnerarse los derechos fundamentales a la dignidad de la persona y al honor.
En su escrito, el trabajador indica que una cosa habría sido que la empresa le hubiese comunicado su despido por pérdida de confianza sobre su rendimiento y, otra, la "gravedad" de la acusaciones, incluso delictivas y "sin un solo elemento probatorio", con el objetivo no solo de cesarle sino de "atacar y menospreciar su reputación y su imagen como doctor". "Es evidente que el trabajador no puede ser perjudicado con una medida tan drástica como el despido por sufrir una situación de incapacidad temporal. En este sentido, la carta es muy clara, se le despide porque a su juicio 'finge' la baja", expone la denuncia del médico, que insiste en que se trata de una acusación "falsa".
"Que un test dé negativo no implica que no se haya tenido el virus, y en cualquier caso, siendo compatible la sintomatología del mismo, es habitual que la Seguridad Social otorgase unos días de incapacidad temporal", agrega la denuncia. En este sentido, subraya que las bajas que prescriben los servicios médicos, en la actual tesitura, son una medida adoptada para muchos trabajadores, incluso sin que tengan la obligación de proteger a un colectivo de riesgo, como ocurre con el doctor despedido. Además, apunta que es "de difícil comprensión" que la empresa haya reconocido que no era capaz de suplir una baja por incapacidad temporal y que prefiriera que hubiese ido ir a trabajar "con posible sintomatología" de coronavirus, con el riesgo de contagio que ello comporta. EFE