El conductor ha dicho
que se trataba de un ajuste de cuentas totalmente premeditado y, además,
fuentes de los cuerpos de seguridad desplazados a la zona aseguraron que lo
arrojó "con las ventanas del vehículo abiertas, en una zona de poca altura y
sin mucha profundidad", por lo que se descarta el intento de suicidio.
El autor del incidente
fue evacuado rápidamente por un buque de arrastre antes de que el coche se
hundiera y posteriormente fue ingresado en el área de psiquiatría del Hospital
de Mataró.
El mecánico reconoció
que quería "acabar con todo" fruto de una depresión que le ha llevado
a "intentarlo varias veces sin éxito". Hasta el puerto de Arenys se
movilizaron los servicios de seguridad de Mossos d'Esquadra, Guardia Civil,
Policía Local y varias embarcaciones de Salvamento, así como una dotación de
buzos, con la intención de rescatar a la posible víctima y sacar el vehículo
del fondo del mar.