Encontrar piso supuso para Silvia toda una odisea. "Me pedían dos nóminas, contrato indefinido, la documentación al día...", relata esta inquilina. ¿El motivo? Su origen venezolano.

El suyo es un claro caso de la discriminación hacia las personas extranjeras a la hora de alquilar un piso. "Cuando ven el pasaporte y al ser venezolanos, dicen que no", se lamenta.

Al final, pudo encontrar una vivienda, pero para ello necesitó la ayuda de un mediador externo. "No podía acceder por mi cuenta, sino él haciéndose responsable", explica.

Y es que, a las complicaciones generalizadas para encontrar piso, se les suman más en el caso de los extranjeros. El contrato indefinido es clave: un 62% de los extranjeros tiene que presentarlo para alquilar, frente a un 34% en los españoles.

También se les piden más avales: un 32% frente al 20% en los españoles y, a menudo, se les engaña, diciéndoles que el piso ya está alquilado cuando no es así.

Asimismo, sufren condiciones más abusivas: les obligan a pagar el mes en los tres primeros días y les ofrecen viviendas más pequeñas.

Discriminación explícita del 70% de las inmobiliarias

Todo ello, con la participación de las inmobiliarias, según se desprende de un estudio realizado por Provivienda.

"Siete de cada 10 inmobiliarias a las que hemos contactado han aceptado la discriminación directa y explícita de personas extranjeras", confirma Elena Martínez, responsable del área de investigación de la asociación.

El investigador Esteban Buch señala que han detectado "factores que están asociados a la estigmatización cultural del origen o a una presunción de precariedad económica que se le atribuye al colectivo migrante".

Factores identificados por el acento o la indumentaria. A Yurem le ha pasado varias veces: al confirmar que es de origen extranjero, rechazan alquilarle el piso. "Sin decirme ni 'lo siento' ni nada, me han dicho que no quieren alquilar de piso", relata. Una situación que ha vivido incluso tras quedar para ver la vivienda.

Además, el informe revela que a los extranjeros se les ofrecen viviendas más pequeñas y en zonas periféricas.