La madrileña Pilar Aguado, madre de un joven de 15 años con dislexia, un trastorno del aprendizaje de la lectura y escritura, ha recogido en la plataforma Change.org más de 39.800 firmas para pedir que las faltas de ortografía no cuenten para la nota de los exámenes realizados por los alumnos con dislexia.

En España, entre un 5 y un 10% de la población (más de 3 millones de personas) sufre este problema de aprendizaje de origen neurológico que se caracteriza por dificultades de precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras y por problemas de descodificación y de escritura. El presidente de la Federación Española de Dislexia, Jesús Gonzalo Ocampos, calcula que de ellos, unos 800.000 son niños en edad escolar.

Este es el caso de Diego, el hijo de Pilar, que desde que fue diagnosticado a los 9 años de dislexia, discalculia (dificultad para el cálculo) y Trastorno por Déficit de Atención, ve cómo sus buenas calificaciones se convierten en muchas ocasiones en suspensos debido a las faltas de ortografía. Así, aunque nunca ha repetido curso, el poco reconocimiento de su esfuerzo genera en él "frustración y desmotivación", según explica su madre.

"Como madre de un niño disléxico, considero que del mismo modo que a un miope no le vas a quitar las gafas para hacer un examen, a un disléxico no le deberían descontar las faltas de ortografía cuando hace un examen. Y mucho menos hasta el punto de hacerle suspender", reza la petición publicada hace seis meses en Change.org.

Algunas de las alternativas que plantean desde FEDIS es que los profesores realicen pruebas orales a estos estudiantes con dislexia, que les concedan más tiempo para finalizar el examen o respondan a sus dudas durante la evaluación, tal y como se hace ya en las pruebas de Selectividad de algunas comunidades autónomas.