No está claro por qué
empezó, tampoco quiénes son los agresores y lo único seguro es el resultado:
tres menores de edad en el hospital, los tres del mismo grupo de amigos, uno de
ellos en cuidados intensivos con una herida de arma blanca.
Dos días y medio
después, no hay ningún detenido. Los Mossos siguen analizando las imágenes para
identificar a los agresores. El primero uno que derriba a un joven de un
botellazo en la cabeza y poco después hace lo mismo con un poste de madera.
La Policía también busca
a otro que patea la cabeza de un chico contra el suelo y más tarde repite con otro,
que ya está inconsciente en el suelo por los golpes.
El más salvaje entre los salvajes es un joven que le quita el palo a su
compañero para estampárselo encima a su víctima, que acaba de caer. Luego se ensaña con el
menor de edad que está inconsciente en el suelo: le apalea y después le patea
la cabeza. Todos ellos continúan sin identificar.