Un cabello frágil, rompedizo y con una falta importante de azufre. El doctor Ferrando fue de los primeros en diagnosticar la tricotiodistrofia de Nadia: "Yo aquel cabello lo recibí en 2009. Los he revistado y son compatibles con esa enfermedad".


La muestra le llegó por correo, algo habitual entre doctores, aunque en este caso el remitente no era ningún facultativo. Según declaró el padre de Nadia ante el juez, lo hizo él mismo, sin recordar bien el nombre del doctor.

Para este dermatólogo, sin embargo, la vida de Nadia nunca corrió peligro. Su diagnóstico de la enfermedad fue leve. "A mi manera de ver, es de un grado muy leve. Porque solamente cabe ver las imágenes, las fotos, la mayoría de personas que tienen esta enfermedad tienen un cabello débil, pobre, con alopecia", explica Juan Ferrando, dermatólogo del Hospital Clínic de Barcelona.

No fue el único, otro neurólogo del Sant Joan de Deu también diagnosticó la enfermedad a Nadia. Aunque sólo la vio en una ocasión. "Tenía un retardo cognitivo y todas las lesiones propias de tricotiodistrofia", explica Jaume Campistol.

Será, sin embargo, el informe forense ordenado por el juez el que confirme la semana que viene si Nadia estaba tan grave como aseguraban sus padres.