La edad no es excusa para evitar acudir al médico si existen pérdidas de memoria, hay miedo de que el diagnóstico pueda ser Alzheimer. "La pérdida de memoria siempre es mala y hay que ir a un neurólogo, un geriatra, que te vaya diagnosticando" explica Teresa Moreno, coordinadora de la Unidad de Demencias del Hospital Clínico San Carlos.

La Confederación Española de Alzheimer reconoce que hay todavía un estigma sobre la enfermedad: no queremos darle nombre a una realidad. "Es más frecuente de lo que nos gustaría que los pacientes vengan pensando que no estás trabajando el Alzheimer sino problemas de memoria", defiende Cheles Cantabrana, presidenta de la Confederación.

Los médicos insisten en los factores de riesgo que influyen en la enfermedad: como la diabetes, hipertensión, tabaquismo, depresión y sedentarismo. Y que el diagnóstico temprano es fundamental para ralentizar su evolución, no solo con la ayuda de fármacos.

Una de las terapias que más les ayuda es la psicomotricidad porque les ayuda a moverse, algo fundamental para estos enfermos. Ayuda a enlentecer esa pérdida de capacidades cognitivas y funcionales que la enfermedad les va a llevar", explica Yaiza Delgado, terapeuta ocupacional de Torrafal.

Sufre el paciente pero también su entorno. En el día mundial del Alzheimer, las asociaciones recuerdan la necesidad de dar apoyo también a las familias. El peso económico y emocional de los cuidadores es, en muchos casos, insostenible.