Gracias a las cámaras colocadas en la cueva en la que se refugió la osa que se despeñó en la Montaña Palentina tras el ataque de un macho, se ha podido confirmar que el osezno se encuentra con vida y en buenas condiciones.

Así lo ha confirmado la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que ha trabajado junto con las Patrullas Oso de la Fundación Patrimonio Natural para comprobar que ambos se encuentran bien después del incidente.

El macho adulto de oso pardo, en plena época de celo, murió tras enfrentarse a la hembra que iba acompañada de una cría. Los dos adultos acabaron despeñados por un gran cortado de varias decenas de metros en el Paraje de Santa Lucía, en la Montaña Palentina.

Al día siguiente de la pelea se localizó el cadáver del macho, un ejemplar de oso pardo de 217 kilos y se comenzó la búsqueda de la osa y el osezno. La osa fue localizada cerca del lugar del ataque, refugiada en una oquedad, donde se presumía que también estaba su osezno.

Pronto, gracias a cámaras endoscópicas y pértigas, pudieron comprobar que la osa estaba viva, pero no pudieron comprobar el alcance de las lesiones. Sin poder acceder a la zona, ya que la cueva tiene una longitud de galería de más de 15 metros, los técnicos de la Junta y de la Fundación Patrimonio Natural, se ha podido confirmar finalmente que el osezno se encuentra también con vida y se han captado sus movimientos.

Según ha explicado la Junta, ahora la prioridad es seguir aportando alimentación de soporte, tanto a la osa como al osezno, e intentar comprobar el alcance de las lesiones de la osa para valorar su viabilidad, o si, por el contrario, el osezno tuviera que ser capturado para lograr su supervivencia llevándolo a instalaciones especializadas hasta que alcance el peso y edad adecuadas.