El indonesio con supuestos poderes sobrenaturales, que hizo abortar en varias ocasiones durante el cautiverio a la joven, que ahora tiene 28 años, afronta una pena de hasta 15 años de prisión.
Según el informe policial, el rescate de la víctima se produjo en la pequeña cueva en la que vivía confinada, en las afueras de la aldea Galumpang, y de la que temía salir porque creía que un espíritu vigilaba la entrada, pero la historia comienza en 2003.
Hace tres lustros, el chamán, llamado Jago, según la investigación, se llevó a la joven convencida de que este espíritu, llamado Amrin, deseaba casarse con ella y la recluyó en la cueva.
Jago, respetado por los vecinos de Galumpang por sus poderes sobrenaturales y medicinales, le contó a la familia que la hija había viajado a Yakarta para ganarse la vida.
Durante un tiempo, el chamán entregó regalos a la familia que, según les decía, les enviaba la hija, hasta que dejó de hacerlo y los padres perdieron la esperanza de encontrarla.
Mientras tanto, Jago mantuvo a la joven cautiva en la cueva y se la llevaba por las noches a su casa, donde el espíritu Amrin le poseía, según aseguraba el propio chamán, y violaba a la joven.
El asunto salió a la luz este mes cuando un vecino escuchó si querer una discusión sobre el secuestro entre el hijo de Jago y su esposa, una hermana de la cautiva, y lo denunció a la Policía, según el diario The Jakarta Post.
Ahora lo denunciaría
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