Tras 10 días de erupción, la lava del volcán de La Palma ha tocado el mar y deja ya impactantes imágenes del choque de dos grandes fuerzas vivas, la terrestre y la marítima. La lava, con una temperatura superior a los 1.000 grados centígrados, ha entrado en contacto con el agua del océano Atlántico, con una temperatura entorno a los 20 grados. Un choque térmico que genera columnas (penachos) de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico como consecuencia del importante contenido de cloruro en el agua de mar.
Las primeras mediciones indican que por el momento no hay nube tóxica, puesto que los valores de la atmósfera son normales. La nube de vapor que se ha formado ha cambiado su dirección y es enviada por el viento mar adentro, hacia el sur. Las imágenes sobre estas líneas son históricas, con una gran catarata de lava que fluye por el acantilado y un delta lávico que se adentra en el océano.
Muchos de los curiosos, vecinos y periodistas que se han colocado en posición estratégica para ver en directo este momento han sido desalojados por la Policía, para preservar su salud.
Una tercera lengua de lava creada en la madrugada de este martes aceleraba la llegada del magma al mar. Se creaba más al norte de las dos ya existentes y cabalgaba sobre ambas, ampliando así la destrucción en la isla y tomando mayor velocidad, como si se deslizara sobre un tobogán.
Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía, ha explicado que el flujo de lava se precipita por el pronunciado acantilado y está formando una gran montaña en el mar. Además, especifica que esta lava tiene un color más dorado.
Un dron de Instituto Geológico y Minero ha grabado también el momento en el que la lava tocaba el mar, dejando la impactante imagen bajo estas líneas.
Consecuencias del choque térmico
Pese a que las primeras mediciones son positivas, a los expertos les preocupa especialmente lo que podría ocurrir ahora que la lava ha tocado el mar y los efectos sobre la salud. El geólogo y divulgador científico Nahúm Méndez ha explicado que, pese a que es un fenómeno muy "espectacular" que se puede ver en islas volcánicas en las que la lava que está en la tierra llega al mar, también puede generar "fenómenos explosivos".
Esto se debe a que se produciría un enfriamiento muy rápido. Como ejemplo, el experto ha indicado que el efecto sería similar al que ocurre cuando ponemos un vaso de cristal muy caliente en un vaso de agua fría, lo que provoca que el cristal se rompa.
En este caso, la lava también se rompería al entrar en contacto drásticamente con otra temperatura. "Al fragmentarse puede emitir todos los gases que lleva en su interior, que pueden generar ácidos que son tóxicos para nuestra respiración", ha indicado Méndez. También pude "generar partículas solidas que nos pueden golpear y matar".
Pese a lo complicado de la situación, el geólogo Nahúm Méndez ha mandado un mensaje tranquilizador ya que España cuenta con un despliegue de los mejores especialistas del mundo que están analizando minuto a minuto los gases que se emiten, la influencia del viento y los efectos en el océano.
Precaución y recomendaciones para la población
El dióxido de azufre puede convertirse con el agua en un ácido que provoca daños en las vías respiratorias malestar e irritación e incluso la asfixia. Además, la ceniza que continúa en el ambiente puede irritar piel, ojos y también podría dañar nuestro aparato respiratorio.
Por eso es muy importante no acercarse al volcán o a las coladas y tampoco al encuentro de la lava y el mar, permanecer en casa siempre que podamos y mantener cerradas las puertas y las ventanas. Es importante tratar de no inhalar esos gases. Y si hubiese que salir de casa, debemos taparnos la nariz y la boca, usar gafas para proteger nuestros ojos y cubrirnos brazos y piernas con ropa.
¿Cómo afecta a la vida marina?
Juan Tomás Vázquez, geólogo marino, explicaba hace unos días en Más Vale Tarde cuál puede ser el efecto de lava en la fauna marina. "Al enfriarse, la lava se va a fracturar, liberándose gases que irán a la atmósfera y, en parte, se quedarán disueltos en la masa de agua, produciéndose así una pérdida del PH de este agua", señalaba.
A causa de esta pérdida del PH, podrían fallecer numerosas especies. Sin embargo, el geólogo recuerda: "Intentarán alejarse de la zona de peligro, los animales no son tontos". Las más afectadas serán las especies que viven sobre el fondo, que no son móviles y que, por tanto, no podrán huir.