Podrá doler el pinchazo, pero la vacuna contra el sarampión es fundamental en tiempos en que aumentan los casos en Europa. La Organización Mundial de la Salud advierte que en 2018 se produjeron tres veces más casos que en 2017 y 15 veces más que en 2016.

Si bien, España está entre los países con menos infectados, no está totalmente libre. "El año pasado se detectaron 225 casos, este año tenemos un índice más alto porque ya llevamos 140 casos", explica Josefa Masa, del Centro Nacional de Epidemiología.

Este aumento puede deberse a una falta de atención de los padres, según los especialistas. "Se les olvida porque no tienen asumido el calendario de vacunación ni su importancia", asegura la entrevistada.

La vacuna es gratuita y se da en dos dosis. La primera, a los 12 meses de vida y la segunda, a los tres años. Los niños no vacunados son quienes corren mayor riesgo. Pero existe un grupo de adultos que no ha recibido la profilaxis a su debido tiempo. "Hay población, de entre 25 y 40 años, que puede no haber pasado el sarampión ni tener la vacuna porque todavía no se encontraba en el calendario", señala Josefa Masa.

El virus, muy contagioso, está presente en el aire, se propaga por la tos y los estornudos. La enfermedad comienza con fiebre, dolor de garganta y conjuntivitis.

Después surge una erupción en la piel con pequeñas manchas rojas. Según Fernando Moraga, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, "puede ser grave y tener complicaciones del sistema nervioso central".