Su nombre es Dolores Agra Rodríguez, pero todos la conocen como Loli y es la mujer que más tiempo lleva rindiendo cuentas a la Seguridad Social desde los 14 años, ahora tiene 78. Así, esta empresaria llega a la jubilación con el mérito de ser la mujer con más tiempo cotizado. Desde su tienda en A Coruña, 'Lencería Marta', que lleva el nombre de su hija, una jubilada de banca, explica por qué es una de las glorias de una actividad que echó raíces muy temprano en España.

Esta gallega de pelo cano se mueve con gran agilidad entre batas, camisones, pijamas, medias, calcetines y corsetería varia. En el pequeño escaparate de su tienda luce un colorido cartel que dice 'Liquidación por jubilación', con descuentos en ropa de cama, vestidos, interiores y en baño. Desde febrero de este año su situación es de jubilación activa y en el mismo mes de 2020 obtendrá la definitiva. Será su hijo Ricardo, que actualmente le ayuda, el encargado de hacerse responsable de la tienda "hasta que se liquide todo, que es mucho lo que hay que liquidar".

Sin embargo, ella siente que aún hace falta en este establecimiento que abrió recién comenzada la década de los ochenta, aunque antes había estado trabajando en una empresa similar, donde le pagaban 150 pesetas. Recuerda también cómo en un empleo anterior le pagaban 12 pesetas y un negro. "Necesitaba el dinero, en mi casa hacía falta", relata y celebra que en su andadura de autónoma siempre le haya ido muy bien y, sobre todo, que haya gozado de "buena salud".

La economía precaria de su casa está detrás de sus comienzos en el mundo laboral a una edad temprana, porque con ironía dice que "pequeña" sigue siendo, "con muchos años, pero pequeña". Valiéndose del sarcasmo y de su buen estado de salud, bromea con que ella es aun de las que hace valer el refrán aquel de "mujer enclenque, mujer para siempre".

Tras su jubilación quiere disfrutar de la existencia y de los pequeños placeres como el café, porque ya ha viajado bastante. "Viajé mucho cuando mis hijos eran pequeños. Todos los años íbamos a París; mi nieta mayor trabaja allí ahora".

El trabajo en el que le hicieron el primer contrato era parecido al que luego ha regentado, con la excepción de que por aquel entonces "se vendían botones, hijos, encajes, dedales, cosas pequeñas, se cosía mucho... Y algo de lencería, pero poca", nada que ver con la actualidad, concreta.

Además, esta mujer luce en una de las pareces de su tienda la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo, con fecha del 13 de septiembre de 2016. Cuando recibió la noticia de que le iban a conceder esta condecoración, su hijo creyó que era broma. Pero no fue así, el reconocimiento sí era para Loli, la de ojos vivarachos, la del comercio al pormenor de la avenida del Pasaje, en la glorieta de los Castros de A Coruña.