Encarnación, hija de Juana Vacas y hermana de la fallecida, ha señalado que la vigencia de las deudas que en la actualidad posee su madre depende de dicho juicio. Según ha indicado, "nuestra lucha está en anular la herencia que mi madre ha aceptado sin ser informada de la deuda, la engañaron porque no la informaron".

Asimismo, "a día de hoy peligra el único bien que tiene Juana, su casa, ya que pesan muchas deudas sobre ella y en caso de que no se anule esta herencia su propia vivienda podría ser embargada". "Tenemos miedo de que pueda perderla y no solo que la pierda, sino ¿qué será lo siguiente que le reclamarán?". "¿En qué más se tendrá que ver envuelta y cuánto tiempo durará esta cruel situación?", se ha preguntado Encarnación.

De esta forma, ha explicado que "la desinformación en el momento de aceptar la herencia ha provocado que las deudas del asesino le estén siendo reclamadas a su madre, como heredera de su hija".

Por otro lado, más de 165.000 personas han firmado la petición 'on line' para que Juana Vacas no pierda su casa "por las deudas" de F.J.M. La solicitud fue iniciada por Encarnación, la otra hija de la anciana, en 'Change.org'. Así, este miércoles serán entregadas las firmas recogidas con el "respaldo de cientos de ciudadanos", tal y como la familia espera que suceda.

Tras el asesinato de su hija, Juana Vacas acudió a una notaría para tramitar la declaración de bienes y se le aconsejó que heredara el patrimonio de Purificación, que se componía de una parte de la casa del padre.

Sin embargo, no fue informada de que al aceptar la herencia, también aceptaba las deudas, ya no se abrió el inventario para conocer los bienes y deudas. Encarnación asegura que Juana llevó a la notaría toda la documentación que se le pidió, entre ella la sentencia de divorcio en la que se dictaba que la vivienda adquirida junto a la hipoteca quedaba bajo la única responsabilidad del exmarido, pero, tras el divorcio era necesario repartir los bienes gananciales, proceso que no pudo llevarse a cabo por el asesinato de Purificación.

"Si mi madre llega a saber las potenciales deudas que le iban a cargar del exmarido, no hubiera aceptado la herencia, pero solo le dijeron que estaba aceptando una parte de su propia vivienda" ha asegurado Encarnación. De esta forma, "en septiembre de 2011 a mi madre anciana le llegó desde el juzgado una demanda de ejecución hipotecaria por yacente o ignorado", si bien "el exmarido solo había pagado un año debiendo otros cinco".

Finalmente, el banco "dio un paso atrás anunciando que no le reclamará a mi madre el 50% de la ejecución hipotecaria" que correspondía a su hija tras el divorcio al no haber dado tiempo a que la misma disolviera los gananciales con su expareja. No obstante, el proceso judicial determinará si se anula la totalidad de la herencia de la anciana.