Juana Rivas y su expareja, el italiano Francesco Arcuri, han sido citados el 31 de octubre a comparecer en un Juzgado civil de Cagliari, capital de Cerdeña, que celebrará una vista sobre la custodia de sus dos hijos menores, con quienes la madre podrá estar durante su estancia en Italia gracias a un permiso judicial.
La vista, en la que declararán tanto Rivas como Arcuri, ha sido fijada a partir de las 9 de la mañana y dará inicio al procedimiento sobre la custodia de los menores en Italia, lugar en el que los niños residen con su padre, según ha explicado a Efe el letrado que acompaña a Rivas, Juan Manuel Pérez García.
Según este letrado del despacho sevillano de José Estanislao López, Rivas, que permaneció casi un mes en paradero desconocido antes de entregar a sus dos hijos a su expareja, tratará de exponer ante el órgano judicial su situación como víctima de malos tratos y reclamará la custodia de sus hijos para que regresen a España.
Durante su estancia en Italia, esta vecina del municipio granadino de Maracena podrá permanecer con sus dos hijos gracias a una autorización judicial solicitada por su letrada en ese país, María Eugenia Álvarez. Pérez García se ha referido a la alegría de la madre por poder estar durante unos días con sus hijos, que se encuentran en Carloforte con su padre desde que este los llevara desde España a finales de agosto.
En unas breves declaraciones a Efe la propia Juana Rivas se ha mostrado esperanzada con la vista judicial de mañana en Italia: "Un día sentí que lo perdía todo. Ahora siento que tengo todo por ganar", ha indicado.
El padre no se opone a la resolución judicial que permitirá a la madre estar con sus hijos estos días en Italia, pero pretende que el encuentro se produzca en presencia de alguien de su entorno y no solo de la abogada de Rivas, ha explicado por su parte a Efe su abogado en España, Enrique Fabián Zambrano.
Según este letrado, "Arcuri está cumpliendo perfectamente con su labor paternal y los servicios sociales así lo han constatado".
Rivas acudió el pasado 5 de septiembre a declarar ante el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, que la mantiene como investigada por la presunta sustracción de sus hijos, con quienes estuvo casi un mes en paradero desconocido para no entregarlos a Francesco Arcuri, que fue condenado en 2009 por lesionarla y al que Juana denunció nuevamente por maltrato en julio de 2016.
Su declaración se produjo después de que el pasado 28 de agosto acatara finalmente la orden judicial que la obligaba a entregar a los menores, de 3 y 11 años, a su padre, con quienes los niños permanecen desde entonces en la pequeña isla italiana donde residían antes de que Juana Rivas decidiera no regresar a Italia por el supuesto maltrato del que dice haber sido víctima.
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