Las autoridades siguen investigando el caso del joven de 32 años que murió tras recibir un brutal puñetazo por parte de otro joven de 23 años cuando se encontraba de despedida de soltero junto a sus amigos en Burgos. La víctima era de Valladolid y fue, supuestamente, el motivo por el que sufrió la agresión mortal.

A primera hora de este domingo la Policía Nacional detuvo a un joven burgalés, de 23 años, como supuesto autor de la muerte de un vallisoletano de 32 años, que en la madrugada del sábado estaba celebrando una despedida de soltero en la Plaza de la Flora de Burgos capital, y cuyo posible desencadenante pudo ser precisamente que la víctima era de Valladolid y seguidor del Real Valladolid.

Fuentes del entorno de la víctima han indicado a laSexta que ni siquiera hubo una pelea previa, sino que el detenido se acercó y le metió un puñetazo sin más después de conocer que eran de Valladolid. "Le pregunta '¿tú también eres pucelano?' y le mete un puñetazo que lo mata", han indicado desde su entorno.

El Real Valladolid y el Burgos Club de Fútbol han condenado en sendos comunicados la muerte del joven vallisoletano a manos de otro de Burgos, ambos aficionados de los equipos de sus ciudades, y han rechazado cualquier tipo de violencia.

"A raíz de los trágicos sucesos acontecidos recientemente en la ciudad, desde el Burgos Club de Fútbol queremos expresar de manera categórica nuestro rechazo absoluto a cualquier forma de violencia, ya sea dentro o fuera del ámbito deportivo, condenando enérgicamente los hechos ocurridos", ha trasladado el Burgos en un comunicado.

"En este momento de tristeza, extendemos nuestras más sinceras condolencias a la familia y amigos de la víctima y nos solidarizamos con ellos en su dolor, ofreciendo nuestro apoyo incondicional. El Burgos Club de Fútbol reafirma su compromiso con los valores deportivos, la convivencia pacífica y el respeto mutuo", ha concluido el equipo burgalés. Por su parte el Real Valladolid, en otro comunicado, se ha mostrado "consternado y dolido por lo sucedido".

Tanto la víctima como el agresor detenido por el homicidio que se produjo la madrugada del sábado en la capital burgalesa eran aficionados al fútbol, el primero, de 32 años, al Real Valladolid, y el segundo, de 23, ligado a grupos ultras del Burgos Club de Fútbol, según explicaron ayer a EFE fuentes de la investigación.

Según las mismas fuentes, el agresor portaba, en el momento de su detención, a primera hora de este domingo, pasquines de grupos ultras aficionados al Burgos Fútbol Club.

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala (PP), pidió este domingo que caiga todo el peso de la Justicia sobre el supuesto autor del homicidio, sobre todo si se confirma que fue por un delito de odio. "No se puede consentir que una persona encuentre la muerte al ser agredido por su origen", ha afirmado Ayala este domingo en declaraciones a los periodistas.