El Consejo Jurídico de la Región de Murcia (CJRM) ha pedido a la Consejería de Educación que amplíe la información que abrió en su día para esclarecer si alumnos de tercero de infantil de un colegio pudieron acosar y abusar de un compañero de apenas cinco años, como denunció su madre.
El dictamen de este órgano asesor señala que esta asegura que en uno de los dos hechos que denunció los niños llegaron a introducirle un palo por el ano dentro de un juego infantil. El CJRM considera que la información no debe considerarse cerrada, por lo que dictamina de forma desfavorable la propuesta hecha por el instructor del expediente, que aconsejó desestimar la reclamación hecha por la madre, que pidió una indemnización de 37.200 euros.
Apunta, además, que la administración debe hacer lo necesario para contar con un informe psicopedagógico que pueda servir de contraste al aportado por la demandante, que asegura que como consecuencia de la situación de acoso, ocurrida en el año 2016, el niño tardó 459 días en recuperar su estabilidad emocional.
Igualmente, indica que se debe recabar un informe de la Inspección Educativa para que este órgano se pronuncie respecto a si los hechos denunciados son constitutivos de acoso escolar y si las medidas adoptadas por el centro, como sancionar a los alumnos presuntamente autores de los mismos con una semana de pérdida del recreo, son equiparables a las previstas en el protocolo contra el acoso en las aulas.
Según el dictamen, la madre denunció que cuando tres compañeros jugaban con su hijo, este cayó sobre uno de ellos y aprovecharon para bajarle los pantalones y los calzoncillos e introducirle un palo por el ano. La dirección del centro, al tener conocimiento de ello, habló por separado con cada uno de los tres, los cuales coincidieron en señalar que se habían limitado a jugar y a pasarle el palo "por el culete", aunque pidieron perdón por lo ocurrido y todos quedaron como amigos. En otra ocasión, siempre según la denuncia materna, otros dos alumnos lo encerraron en los aseos.
Los informes de la dirección del colegio señalaron que no pusieron en marcha el protocolo de acoso dada la corta edad de los protagonistas y por tratarse de un caso aislado, por el que amonestaron a los niños, los dejaron sin recreo y comunicaron a sus padres lo ocurrido. Además, extremaron la vigilancia sobre el menor para evitar que pudieran repetirse hechos como los expuestos por la madre. Por otra parte, los responsables del centro se refirieron en sus informes a que el hijo de la denunciante sufre problemas de conducta y no acepta las normas.
El dictamen de este órgano consultivo añade que el expediente incoado en la Consejería cuenta con un dictamen psicopedagógico, presentado por la denunciante, en el que se concede veracidad a lo declarado por el niño y se añade que se trata de un caso de acoso.