Agentes del Equipo de investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Alicante han intervenido cuatro patas de elefante africano que se estaban comercializando de manera fraudulenta a través de Internet. Dos hombres están siendo investigados por estos hechos.

En noviembre se detectó que se estaban comercializando patas de este animal en la red, convertidas en pequeñas banquetas, por un importe de 600 euros. Dentro del Plan de Prevención y actuación contra el comercio ilegal de especies protegidas del Ministerio de Transición Ecológica, los agentes abrieron una investigación. Como resultado, se investiga a dos hombres de nacionalidad española de 39 y 67 años, respectivamente, por un delito contra la flora y la fauna.

Podrían incurrir en un delito tipificado en el Código Penal castigado con penas de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses. Dicha pena podría ser impuesta en su mitad superior si se trata de especies o subespecies catalogadas en peligro de extinción.

Las cuatro patas de elefante se encuentran depositadas de manera cautelar en dependencias oficiales de la Guardia Civil a disposición de la autoridad judicial competente, según ha informado la Benemérita en un comunicado.

Una especie altamente protegida

El elefante es una especie altamente protegida que se encuentra incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) y en el Anexo A del Reglamento (ce) Nº 338/1997. Por este motivo, la tenencia y venta de especies protegidas por la legislación internacional requieren documentación acreditativa de su legalidad.

El comercio ilegal de partes del elefante africano, ya sea marfil o como en este caso sus patas, tiene un grave impacto sobre esta especie y por ello la legislación que rige el mercado de especies incluidas en los Apéndices de la Convención sobre el comercio internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) lo que pretende es autorizar su comercio únicamente en circunstancias excepcionales para así favorecer su conservación.

La venta de animales en peligro de extinción es un comercio que se encuentra al alza y por este motivo los efectivos del Seprona de la Guardia Civil tienen como misión velar por la supervivencia de las especies, tratando de evitar que el comercio internacional de especímenes constituya una amenaza.