El incendio forestal que afectó a Ribeira, A Coruña, obligó a cortar durante la noche la autovía de Barbanza, que ha sido ya reabierta y también han vuelto a su trabajo los 500 empleados del polígono de Xaras, que esta noche fueron desalojados por causa del fuego.

Además, el incendio llegó también a amenazar a unos depósitos de gas, aunque se evitó que las llamas los afectasen. Los equipos de extinción se afanaron también en evitar que las llamas llegasen a las inmediaciones del hospital comarcal del Barbanza.

El dispositivo de extinción sigue en el lugar para controlar y extinguir definitivamente el incendio que, según las estimaciones provisionales, ha quemado unas 20 hectáreas.

Otro incendio declarado a última hora en la parroquia de Palmeira obligó a activar antes de las diez de la noche el nivel uno de alerta por la proximidad de las llamas a los núcleos de Xaras y A Coenlleira.

La conselleira ha sugerido una posible intencionalidad en los fuegos que afectan estos días a Galicia de forma intensa y ha reiterado que se están incrementando las labores de inspección y vigilancia.

"Y como pillemos a quien está haciendo este daño y pretendiendo no solo acabar con el patrimonio que es de todos, el forestal, sino atentando incluso contra la vida de los ciudadanos desde luego todo el peso de la ley caerá" sobre esas personas, ha advertido. Quintana ha indicado que la superficie estimada provisional afectada es de 20 hectáreas pero ha insistido en que lo principal es controlar el fuego y posteriormente medirlo.