Se trata de un hombre de 37 años que, mientras paseaba por una playa en Valencia, fue apuntado de forma casual por un puntero láser durante varios segundos y ha presentado una pérdida de agudeza visual severa y bilateral por las lesiones maculares de carácter irreversible producidas por los impactos de esa luz.
Los especialistas han alertado del peligro que conlleva su uso sobre la retina a través de un triple mecanismo -fotomecánico, térmico y fotoquímico-, que puede producir lesiones irreversibles en las capas más externas de la retina y mermar de forma considerable la visión central.
El jefe del servicio, Antonio Duch, ha explicado que estamos ante "un claro ejemplo de la peligrosidad que entrañan estos dispositivos, que, sin embargo, pueden ser adquiridos fácilmente a través de internet y en algunos comercios". "De ahí que tengamos la responsabilidad de advertir de lo perjudiciales que pueden llegar a ser y de concienciar con el fin de que se realice un uso de los mismos ceñido a lo estrictamente indicado", ha apuntado.
El especialista ha alertado de que el principal peligro del mal uso de estos dispositivos es cuando el láser incide en el ojo, bien de forma directa o indirecta, a través del reflejo en un espejo, por ejemplo. Ha subrayado que la exposición "produce una quemadura que dependiendo de la potencia del láser, la longitud de onda, el color de la luz (la luz verde es potencialmente más dañina que la roja), la duración de la exposición y la localización más o menos cercana a la mácula (centro de visión) puede provocar graves alteraciones visuales".